El buque oceanográfico Ángeles Alvariño, la Oceanógrafa gallega del mismo nombre y la hidromedusa Lizzia Alvariño
Entrevista COPE Galicia el 31 de octubre de 2016 sobre el buque oceanográfico
El Ángeles Alvariño es un buque oceanográfico operado por el Instituto Español de Oceanografía, que se botó el 21 de febrero de 2011 y que entró en servicio en septiembre de 2012. Es el segundo buque de su clase (su gemelo, el Ramón Margalef entró en servicio en julio de 2012). La botadura tuvo lugar en el Astillero de Armón Vigo. Se trata de un buque dotado de una avanzada tecnología para la investigación de geología marina, oceanografía física y química, biología marina, pesquerías y control medioambiental. Nuestro buque de esta semana recibe su nombre en honor a María de los Ángeles Alvariño, ferrolana (de Serantes), y perteneciente a la mejor generación de oceanógrafas españolas, de quien hablaré ampliamente en este artículo. El buque fue amadrinado por Ángeles Leira Álvariño, hija de Ángeles Alvariño.
Con este buque oceanográfico se ha completado la más importante renovación de la flota oceanográfica española, aportando a toda la comunidad científica española y europea una nueva y fundamental herramienta de investigación. El Ángeles Alvariño, con 46 metros de eslora tiene una con capacidad para 27 personas (14 investigadores y 13 tripulantes).
Entre sus características destaca el nivel muy bajo de ruido radiado al agua, lo que permite trabajar a los científicos sin alterar el comportamiento natural de la fauna marina. Es un buque de la denominada categoría limpia, por su funcionamiento respetuoso con el medio ambiente. Junto a la eslora de 46 m, convive una manga de 10,5 m y un calado de 4 m. La característica proa del buque es de tipo finlandés. Para su propulsión, cuenta con tres alternadores diésel con una potencia de 1040 hp cada uno de ellos, que activan dos convertidores de frecuencia y estos a su vez mueven los motores eléctricos de 900 kW cada uno de ellos. Posee hélices transversales a proa y popa y ha sido clasificado por Bureau Veritas.
En agosto de 2015 participó dentro de una expedición arqueológica en la recuperación de distintos objetos procedentes de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes que fueron desembarcados en Cartagena, después de que la administración del pecio fuera concedida en 2012 por un tribunal de los Estados Unidos a España (caso Oddissey, del que ya he hablado otras veces).
Está dotado de quilla retráctil en la que tiene dispuesta sondas y cámaras, así como de una escotilla desde la que se controla un robot no tripulado. Su autonomía es de 10 días. Como comentaba, su diseño le permite emitir niveles muy bajos de ruido al agua, lo cual permite que su navegación no afecte al comportamiento de la fauna marina en sus alrededores.
Esta semana estuve utilizando la aplicación Marine traffic, para localizarlo y pude constatar que ayer se encontraba en el puerto de las Palmas. En la siguiente foto también podemos ver a su gemelo, el Ramón Margalef.
Y dando un giro tremendo a la noticia, paso a centrarme en la gran protagonista de esta semana, que es como adelantaba al comienzo, la persona que da el nombre a este buque oceanográfico. Ángeles Alvariño González inició su carrera investigadora en el Instituto Español de Oceanografía (IEO), en cuyas publicaciones de los años cincuenta aparecieron sus primeros trabajos. Abarcando diferentes áreas geográficas, se centraron mayoritariamente en el plancton y en las pesquerías. Durante su estancia en el IEO disfrutó de becas en Inglaterra y en los EEUU. Continuaría en ese último país su carrera profesional, trabajando en otros prestigiosos centros de investigación en California [Scripps Institution of Oceanography (1958–69) y Southwest Fisheries Center (1970–87)].
Hasta su jubilación en 1987 dirigió sus investigaciones hacia la oceanografía biológica, y se convirtió en experta mundial de diferentes grupos del zooplancton marino, tanto en sus aspectos taxonómicos, como biogeográficos y de aplicación a las pesquerías. Describió 22 nuevas especies planctónicas y publicó cerca de un centenar de artículos en reputadas revistas españolas, norteamericanas y sudamericanas. María de los Ángeles Alvariño González, más conocida como Ángeles Alvariño fue la precursora de la investigación oceanográfica mundial. En 1953-54 fue la primera mujer científica en un buque oceanográfico británico, el Sarsia. A partir de 1956 realizó sus investigaciones en Estados Unidos.
Fue la hija primogénita del médico de la localidad de Serantes, Antonio Alvariño Grimaldos y de María del Carmen González Díaz-Saavedra. A los tres años ya leía y aprendía solfeo y piano. Realizó sus primeros estudios en Ferrol y el bachillerato en el instituto Concepción Arenal. Cursó el Bachillerato Universitario en Ciencias y Letras en la Universidad de Santiago de Compostela que finalizó en 1933 con las disertaciones: Insectos Sociales y Las mujeres en el Quijote.
En 1934 se trasladó a Madrid para estudiar la carrera de Ciencias Naturales en la Universidad de Madrid. Se alojó en la Residencia de Señoritas dirigida por María de Maeztu. A causa del inicio de la Guerra Civil Española interrumpe sus estudios y regresa a Galicia, momento en el que aprovechará para estudiar idiomas (francés e inglés) e investigar el litoral. Al acabar la guerra completa su formación, se licencia en la Universidad de Madrid y en 1941 completa su formación con un Master en Ciencias Naturales.
El año antes, en 1940 se casó con Eugenio Leira Manso, capitán de la Marina de Guerra Española, y en 1942 nació su hija Ángeles Leira Alvariño (arquitecta y urbanista radicada actualmente en EE. UU.). De 1941 a 1948 impartió clases como profesora de biología, zoología, botánica y geología en colegios universitarios de Ferrol. En 1948 destinaron a su marido a Madrid, donde se incorporó como becaria al Instituto Español de Oceanografía donde posteriormente fue nominada alumna oficial, obteniendo en 1951 el Doctorado en Química Analítica y Ecología Vegetal en la Universidad de Madrid. Entre 1950 y 1957 es destinada como bióloga marino-oceanógrafo en el Instituto Español de Oceanografía (laboratorio oceanográfico de Vigo).
En 1952 logra por oposición una plaza de bióloga oceanógrafa en el Instituto Español de Oceanografía. En 1953 y 1954 viajó a Inglaterra con una beca del Consejo Británico para investigar el zooplancton en el Laboratorio de Plymouth bajo la dirección de Frederick S. Russell y Peter C. Corbim. Participó en varias expediciones y cruceros científicos en el Atlántico y Pacífico a bordo de buques oceanográficos de Inglaterra, Estados Unidos, España y México.
En 1955 regresa a su laboratorio en Vigo. Un año más tarde consigue una Beca Fulbright para investigar en el Instituto Oceanográfico de Woods Hole en Massachusetts. Aquí fue donde conoció a Mary Sears, presidenta del primer congreso oceanográfico de los Estados Unidos y experta en zooplancton, que impresionada con su obra la apoya para trabajar en el Instituto Scripps de Oceanografía en La Jolla, California, donde investiga sobre placton, corrientes y dinámica oceánica. En 1967 se doctoró en Biología por la Universidad de Madrid. En enero de 1970 obtuvo el cargo de Bióloga Investigadora en el Centro Científico de las Pesquerías del Sudoeste, una división del entonces recién creado Servicio Nacional de Pesca Marítima de Estados Unidos donde trabajó hasta su jubilación en 1987. Tras su jubilación en 1987 continuó su investigación como científica emérita hasta 1993, muriendo en California en 2005.
Ángeles, gracias a su meticuloso análisis al microscopio de muestras biológicas procedentes de lugares muy alejados y áreas restringidas como los mares de Cortés (México) o del Sur de China, describió las comentadas 22 nuevas especies planctónicas, dos de las cuales llevan su apellido: el quetognato Aidanosagitta alvarinoae y la hidromedusa Lizzia alvarinoae (de ahí el título del encabezamiento de esta noticia). Se convirtió en una experta mundial en diferentes grupos del zooplancton depredador, donde muchas especies resultaron útiles como indicadoras de masas de agua concretas y corrientes oceánicas.
La Real Academia Galega de Ciencias (RAGC) celebró el 1 de junio de 2015, el Día de la Ciencia en Galicia con el homenaje por primera vez a una investigadora mujer, la oceanógrafa Ángeles Alvariño. Esta celebración estuvo promovida por la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC) y sustituyó al hasta entonces «Día do Científico Galego». Así, la institución quiso «darle un carácter más abierto y una mayor dimensión». Ángeles Alvariño fue la primera figura femenina que protagonizó ese día, que en ediciones anteriores homenajeó al naturalista Luis Iglesias, al geógrafo Isidro Parga Pondal, al astrónomo Ramón María Aller Ulloa o al humanista Padre Feijóo, entre otros. En 2016, hace unos días, homenajeó al químico Ignacio Ribas Marqués, gallego de adopción.
Desde Galicia y en reconocimiento a su importante trayectoria profesional, Ánxeles Alvariño fue distinguida anteriormente con la Medalla de plata de Galicia en el año 1993. Asimismo, después de que la Universidad de A Coruña le había dedicado la Semana de las Ciencias en 2015, el Ayuntamiento de Ferrol le rindió un homenaje póstumo en el Campus de Esteiro, donde se descubrió una placa conmemorativa en honor a una de las mujeres más destacadas en el mundo de la ciencia.
Destacar que a su fallecimiento en San Diego (California), el 29 de mayo de 2005, dejó terminado otro manuscrito sobre las aves y animales marinos encontrados en la expedición Malaspina y luego estudiados por ella. Se trata de un proyecto que será terminado por su hija.
La escasa publicidad de Ángeles, su mínimo afán de protagonismo y su condición de mujer fueron un freno al conocimiento de su trabajo. No así fuera, pues para países punteros en la investigación marina, como Gran Bretaña o Estados Unidos, Alvariño fue una de las más importantes en disciplinas como el zooplancton. Poseía mucha autoestima y carácter. Tanto que publicó un libro sobre la expedición de Alejandro Malaespina (1789-1794) que demostró que la teoría británica de que fuera Challenger el primero en realizar un periplo científico era discutible.
Antes de ayer Ángeles de nuevo estaba de actualidad por Ferrol porque una nueva edición del programa “Apego. Pola vida e pola lingua” daba el pistoletazo de salida con la celebración de un cuentacuentos celebrado en el Antiguo Hospicio, y que se dedicó a la oceanógrafa ferrolana Ángeles Alvariño.
Para finalizar comentar que se puede encontrar más información sobre Ángeles en este interesante artículo de los Los Mundos de Brana:
https://losmundosdebrana.wordpress.com/2015/12/30/angeles-alvarino-la-gran-oceanografa/
¡Hasta dentro de dos semanas!