¿Se pueden amarrar buques sin amarras?
Buenos días a todos, aprovechando esta semana soleada que estoy pasando por motivos laborales por Rota, y después de ver por aquí tantos buques con sus respectivos sistemas de amarre, daré a conocer una noticia relacionada con el tema de amarrar buques. La noticia de esta semana “arranca” en su título con una pregunta, que para algunos pudiera parecer hasta “absurda”, pero ya aseguro desde este momento que no será así.
¿Y cuál es la respuesta a mi pregunta?
Pues la respuesta es que sí, se puede amarrar un buque sin el uso de amarras.
¿Y cómo?
Pues trataré de explicarlo brevemente:
Ya sé que los más puristas me van a decir que eso es imposible, que, si no hay amarras, no hay amarre. Pero no es exactamente así. Según una de las aceptaciones de la RAE, “amarrar” es atar y asegurar por medio de cuerdas, maromas, cadenas, etc.
Por lo tanto, apoyándome en el “etc” final, podría considerar que, si consigo asegurar un buque por algún otro método, se podría decir que lo tengo amarrado, aunque sinceramente, tal vez sería más correcto el decir que lo tengo “trincado”.
Pero bueno, dejando de lado este pequeño debate filosófico, me centraré en lo importante, que es el exponer esas otras formas de amarrar buques, sin el uso de estachas o amarras.
Introducción
Automatizar el proceso de amarre representa un nuevo campo en la tecnología marítima. Se trata de un área muy complejo y multidisciplinario, relacionado con el diseño de nuevos productos, por lo que se debe realizar un análisis en profundidad de las condiciones del medio ambiente y las cargas, las formas del casco, los requisitos estructurales, las sociedades de clasificación, y las necesidades de los clientes. Los productos están ganando gran reconocimiento e interés en todo el mundo. El mismo puerto de Ferrol está estudiando la implantación de estos nuevos sistemas, y astilleros de Vigo ya han construido buques que disponen de estos dispositivos. A caballo de este sistema y el tradicional, existen sistemas semiautomáticos, de menor coste.
Amarrar buques por vacío. IronSailor series
Gracias al diseño de estos sistemas innovadores, el amarre de un buque se puede hacer en una fracción mínima de tiempo, por lo que los costes, en comparación con el amarre con estachas, se verán reducidos. El IronSailor es el nombre dado a la gama de sistemas de amarre para buques, desarrollado por Mooring Systems Limited (MSL) en 1998. Este fue el año en el que el primer producto de MSL, la serie IronSailor I se instaló en el Aretere, un ferry de 150 metros de eslora construido por HJ Barreras SA en Vigo. Este sistema de amarre automático consta de cuatro unidades de potencia de veinte toneladas cada una. Las unidades se colocan por pares, con dos unidades en la proa del barco y dos unidades en la popa. Se activan desde la cabina de mando del puente y se extienden hasta conectar con una placa de acero en el muelle. Desde sus comienzos IronSailor ha realizado más de 10.000 instalaciones de amarres automáticos, lo que demuestra el buen funcionamiento del sistema y de su tecnología.
Ventajas del sistema para amarrar buques
El sistema tradicional es y ha sido fiable, y ha funcionado bien, pero ahora está de alguna manera desfasado con el nuevo enfoque de la industria marítima, que supone mejoras continuas en la productividad y la eficiencia.
Seguridad
- Eliminado el riesgo de lesión de la tripulación del barco con las estachas de amarre.
- Control continuo de la tensión soportada, y sofisticadas funciones de alarma, transmitidas en tiempo real a las operaciones del personal.
- Diseñado a pruebas de fallos, con características que aseguran un amarre seguro, incluso durante cortes de energía o pérdida de señales de control.
Infraestructuras
- Mayor aprovechamiento en el uso del muelle debido a que el buque queda más próximo al muelle.
- Mayor longitud aprovechable en los muelles debido a que la cabeza de los barcos podría sobresalir de los mismos.
- Los puntos anteriores pueden desembocar en un ahorro en la longitud de muelle necesaria.
Economía
- Trincado rápido (normalmente sobre 12 segundos) y la liberación es instantánea.
- No presenta demoras a la espera de que los equipos de amarre estén disponibles.
- Sólo se requiere de un operario, con base en tierra o a bordo, para activar y controlar remotamente el amarre del sistema.
- No existen interrupciones en las tareas o descansos de las tripulaciones de los buques.
- Reducción del número de tripulación en los barcos.
- Estancia más corta en el puerto, lo que significa una reducción de la velocidad en la navegación y una mejor utilización de los muelles.
- Reducción del tiempo necesario de uso de remolcadores y prácticos.
Medio Ambiente
- Amarre rápido, lo que significa un menor funcionamiento de la propulsión del buque, de los remolcadores, etc. lo que significa menores emisiones en el puerto.
- Los sistemas de amarre tienen una baja demanda de energía eléctrica y prácticamente no tienen consumo.
- Exige una menor velocidad en la navegación, lo que se traduce en un menor consumo de combustible.
- Eliminación del desgaste de la estacha, la pintura y las defensas, ampliando el ciclo de vida de estos productos.
Conclusiones
Nos enfrentamos al desafío de un cambio en el antiguo, tradicional y aceptado sistema de amarre con estachas. Ha quedado claro a lo largo de este artículo, todas las grandes ventajas que estos sistemas pueden aportar tanto a buques civiles, como militares, por lo que queda como investigación futura (que ya he empezado a realizar) la inversión económica que estos sistemas pueden significar para un puerto particular, como puede ser el de Ferrol.
En la Revista General de Marina de abril 2014, aparece mi artículo titulado “Revolución en los sistemas de amarre de los buques”, que hace un repaso y establece una clasificación, entre los nuevos sistemas de amarre existentes, atendiendo al principio físico utilizado para la operación.