Breve historia del Galeón Real Vasa
El Galeón Real Vasa, de 1200 toneladas y 69 metros de eslora, armado con 64 cañones de diversos calibres, es uno de los casos más famosos de la historia, por el poco tiempo que se mantuvo en servicio (a flote); cuentan, que no más de 15 minutos después de botarse.
El Rey Gustavo II Adolfo en 1620, con el objeto de mantener el control sobre el Báltico, durante la Guerra de los Treinta Años, en la que estaban metidos diversos países como Polonia, Alemania y Suecia, decidió la construcción de cuatro buques, dos de ellos de gran porte para la época de que hablamos, uno de ellos el Vasa.
Después del talado de mil robles, los carpinteros comenzaron en 1626 con sus plantillas, a producir sin descanso los diversos elementos de la nave. En la época de la que estamos hablando, no existían planos de construcción como hoy día los conocemos; sino que se valían de una serie de proporciones preestablecidas para cada tipo de navío, que se consideraban como ideales para proporcionarle las mejores características en la navegación.
Solo hubo un pequeño problema, que dichas proporciones estaban pensadas para una nave de un solo puente, sin tener en cuenta que el Rey había pedido esas dimensiones (69 metros), pero con dos puentes con la idea de presentar al enemigo un gran barco con dos filas de cañones por banda. Esta configuración, exigencia del Rey, tenía el inconveniente no considerado por los constructores, de sus pesos en altura con respecto a su manga que elevaron peligrosamente su centro de gravedad.
El Galeón Real Vasa se hundió el mismo día de su botadura; en varios documentos, se dice que el buque ya desde el principio con viento suave presentaba unos balances sospechosos que acabaron por escorarlo y la consiguiente entrada de agua por las troneras de cañones del puente inferior, que inundó rápidamente sus bodegas, originando su hundimiento a los 15 minutos de levar anclas, como hemos comentado al principio al principio del post.
Después de 300 años en el fondo del mar y localizado en 1956, se rescató en 1961 después de un laborioso proceso y trasladado al Museo Vasa, donde se impregnaron los restos con líquidos especiales para su conservación.
Fotos maquetas y museo en: