Diferencias entre las profesiones reguladas de ingenieros navales y jefes de máquinas y capitanes de la marina mercante
Entrevista Cope + Galicia el 27/09/19 a 1235h:
Hace un lustro, en la página web del Colegio de Ingenieros Navales (COIN) alguien se hacía una pregunta similar a esta: “¿Por qué lo llaman ingeniero cuando quieren decir marino?”. Pues tengo que decir que ya entonces no se trataba de un interrogante novedoso, sino más bien de una polémica casi histórica. Recuerdo que allá por los años ochenta y noventa, cuando cursé mis estudios de Marina Civil, ya existía aquella discusión. Aunque también es verdad que se trataba de un hecho que sólo preocupaba a los titulados de Máquinas, y no a los de Puente, como era mi caso. Toda aquella confusión parecía deberse a la manera en que los anglosajones denominaban a su Jefe de Máquinas en los buques, “The Chief Engineer”.

Figura 1: Ingeniero naval probando modelo buque y Marino mercante manejando buque
BREVE EXPOSICIÓN DE LA POLÉMICA:
Apartando por un momento las denominaciones, y para tratar de explicar de una manera sencilla el polémico asunto, voy a intentar resumirlo brevemente para intentar que aquellas personas que aún no conozcan las diferencias entre unos y otros, obtengan este conocimiento. La diferencia principal entre el ingeniero naval y el marino, y redactada de una forma sencilla, radica en que la Escuela de Ingeniería Naval y Oceánica, como la que tenemos en Ferrol (la Escuela Politécnica Superior), forma a los “diseñadores” de los buques, mientras que la Escuela de Marina Civil (ahora generalmente denominada Escuela Técnica Superior de Náutica y Máquinas Navales), como la de Coruña o Bilbao, prepara a los “usuarios” de los mismos, encargados del mantenimiento y gobierno de los buques. Yo destacaría este punto como la diferencia principal entre estas dos profesiones reguladas.
Obviamente, los planes de estudios de unos y otros, tienen sus semejanzas, ya que ambas profesiones orbitan sobre un punto común, el mundo naval. Y por supuesto también es verdad que finalmente cada profesional trabajará en lo que quiera y en lo que pueda, pero eso no debe ser motivo para que aquellas personas que inicien sus estudios, no tengan claro qué se va a esperar de ellos cuando los finalicen.

Figura 2: Mercedes Marrero Valero, la primera mujer en España en obtener el título de Capitán de la Marina Mercante (Fuente: M. Marrero)
PLANES DE ESTUDIOS DE LOS GRADOS DE BOLONIA:
Se debe señalar que mientras los estudiantes de Marina Civil cursan sus estudios, casi nunca piensan en diseñar buques en el futuro, de la misma forma que los de Ingeniería Naval y Oceánica tampoco sueñan con tripularlos. O al menos eso es lo que yo siempre pensé cuando cursaba aquellos estudios. Y por si alguna persona aun alberga dudas, debo remarcar que ese condicionante no impide que los oficiales marinos mercantes españoles sean grandes expertos, dotados de gran profesionalidad, como ya han demostrado en muchas ocasiones. Pero lo que sí impide, es que sean ingenieros navales, y por lo tanto no se les pueden atribuir sus competencias, del mismo modo que a los ingenieros navales y oceánicos tampoco se les pueden otorgar competencias para manejar o gobernar los buques, específicas de las profesiones reguladas de los marinos mercantes.
Aclarado este punto, me gustaría además puntualizar que esto no implica que las escuelas de Marina Civil sólo puedan formar oficiales para navegar, pero sí supone que esa debe ser su misión principal. Y señalo este punto porque el actual negocio marítimo “intermodal” dota a los marinos civiles de posibilidades para buscar alternativas a los trabajos puros de embarque, pero por otro lado, también creo que ningún estudiante debería cursar estos estudios si no tiene intención de navegar nunca, ya que nacieron para ese fin. De hecho, las carreras de marina civil son de las pocas que exigen títulos profesionales, para ejercer sus profesiones. Títulos que se obtienen principalmente tras poseer los títulos académicos correspondientes y los periodos de embarque exigidos para cada tipo de profesión.
Y aclarado este punto, ahora llega la controversia sobre las denominaciones de las titulaciones, asunto ya más complejo. Allá por los años noventa, algunas de las tradicionales Escuelas de Marina Civil se fueron integrando en sus Universidades respectivas, y se fueron creando las Escuelas Técnicas Superiores de Náutica y Máquinas Marinas, y con ello aparecieron las titulaciones de Licenciado en Náutica y Transporte Marítimo y Licenciado en Máquinas Marinas, que sustituyeron a los nombres anteriores del plan de 1977, idénticos para todas la escuelas de marina civil de España. Los Ingenieros Navales por su lado añadieron otro apellido a su nombre, pasando a denominarse “Ingeniero Naval y Oceánico”. Por lo tanto, se pasó de tener planes de estudios unificados e idénticos, en todas las escuelas españolas, a que cada universidad diseñara su propio plan de estudios, con la dificultad añadida al respecto, referente a la solicitud de convalidaciones de materias entre diferentes centros.
Y finalmente, después, la llegada de Bolonia creó el caos definitivo. La adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (conocido como “Plan Bolonia”), canceló el catálogo oficial de títulos universitarios existente, causando una ingente oferta de nuevos títulos, en algunos de los cuales se incorporaba el sustantivo de “ingeniería” con la única intención de hacerlos más atractivos para el alumnado y poder así captar un número mayor, pero sin que existieran en la mayoría de ellos contenidos relacionados con la ingeniería. Bolonia ha permitido que algunas universidades ofrecieran títulos sin explicar claramente a los estudiantes qué significaban o qué atribuciones tendrían los posibles egresados, creando confusión en los alumnos sobre qué competencias tendrían al terminar la carrera. Y las escuelas de Marina Civil se unieron y por fin incluyeron la palabra ingeniero en su denominación, y así aparecieron los graduados en “Ingeniería Náutica y Transporte Marítimo” y en “Ingeniería Marina”, que vinieron a cruzarse con otras nuevas acepciones que crearon los Ingenieros Navales, tales como Ingeniero Marítimo, Arquitecto Naval, o Ingeniero en Propulsión y Servicios. Se llegaron a conocer casos de alumnos que ingresaron en las nuevas ingenierías, que desconocían que se estaban preparando para navegar, y que cuando se matricularon pensaban que podrían diseñar buques en el futuro. E incido en este punto, ya mencionado con anterioridad, porque hace unos días un catedrático de la UDC me confirmaba que en los últimos años había llevado a cabo varias evaluaciones de títulos de marina mercante, tanto de grados como de máster, en varias universidades españolas, y que en muchos casos una de las conclusiones que extraía de las entrevistas con los alumnos, sobre todo en los grados, era que una gran proporción de los alumnos no pretendían navegar durante muchos años, y que incluso algunos ni se lo planteaban como una opción de salida al finalizar sus estudios.
Pero, poco después llegaron los cambios. El Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos que tiene como obligación la defensa de los intereses profesionales de los colegiados y la protección de los intereses de los usuarios de los servicios de sus colegiados, en cumplimiento de esa obligación, actuó ante el Tribunal Supremo para evitar que fueran vulnerados los derechos de sus profesionales. Y de esa forma el Tribunal Supremo ordenó en 2014 que se excluyera el sustantivo “ingeniería” de los títulos de marina civil. El Tribunal explicó en la sentencia que los estudios de Piloto y de Máquinas Navales se orientan, desde el punto de vista profesional, de competencias y de conocimientos adquiridos, “a una actividad de navegación, que no es la definidora de la Ingeniería” y recalca que esta diferencia “ha de preservarse académica y profesionalmente en evitación de eventuales confusiones”. Por esta razón, el Tribunal Supremo ordenó que se eliminara el sustantivo “Ingeniería”, en cuanto que con este sustantivo, el título académico sobre el que se debatía, no resaltaba con la suficiente nitidez la actividad para la profesión que habilitaba.
En la sentencia, el Tribunal recordaba la ya emitida en octubre de 2013 en la que manifestaba que la denominación de los títulos “fijaba la obligación de una claridad que evite la eventual confusión académica o profesional sobre su contenido o calidad, tanto en uno como en otro de aquellos aspectos”.
Pero, surgió otro dato curioso. Las sentencias del Tribunal Supremo obligaban a las universidades de Cádiz, La Laguna, Oviedo y País Vasco a retirar el nombre de “ingeniería” de estos dos títulos, pero no citaba al resto de universidades, como por ejemplo, la Universidad de Cantabria, sobre la que ya se había emitido otra sentencia del Supremo, en la que sí se le permitía mantener la denominación de “ingeniería” en sus títulos. Otro detalle curioso es que la supresión del término no afectó a la especialidad de “Grado en Ingeniería Radioelectrónica Naval”, que en la actualidad se imparte sólo en dos universidades, la de Coruña y la de la Laguna.
De esta forma finalmente los grados de marina civil quedaron como “Grado en Marina” o “Grado en Tecnologías Marinas”, en la sección de máquinas; y “Grado en Náutica y Transporte Marítimo”, en la sección de puente; aunque dependiendo de la Universidad, la denominación no es exactamente la misma. Eso sí, a fecha actual, en Cantabria sigue existiendo el “Grado en Ingeniería Marina” y el “Grado en Ingeniería Náutica y Transporte Marítimo”.
Respecto a Navales, en Ferrol, en la Escuela Politécnica Superior, se recuperó el viejo nombre, y la nueva titulación recibió la denominación de “Grado en Ingeniería Naval y Oceánica”.

Figura 3: El Ingeniero Naval Jaime Oliver trabajando (Fuente: Oliver Design)
MÁSTERES OFICIALES HABILITANTES:
Como era de esperar, llegados a los másteres, tenía que prolongarse la situación caótica. Resulta que las sentencias del Supremo indicadas sólo afectaron a los estudios de grado, aunque poco después llegaron nuevas sentencias de los másteres, que universidad por universidad, fueron obligando a eliminar el sustantivo de “ingeniería”, pero sin llegar a afectar a todas de igual manera. De esta forma, en los estudios actuales de ingeniería naval de las escuelas politécnicas, se imparte el “Máster en Ingeniería Naval y Oceánica”, mientras que en las escuelas de marina civil se imparten los másteres en “Marina” o “Tecnologías Marinas”, e “Ingeniería Náutica y Gestión Marítima”, con diferentes denominaciones dependiendo de la universidad que los imparte. Aunque se debe destacar que se trata de másteres habilitantes, cuya finalidad fundamental es la obtención de los títulos de capitán de la marina mercante y jefe de máquinas, aunque esto no implica que sólo los puedan cursar estudiantes procedentes de estudios de marina civil. Por ello se está dando el caso de ingenieros técnicos navales que están cursando esos másteres de “Marina”, aun a sabiendas de que nunca podrán obtener el título profesional de jefe de máquinas.
Otro caso curioso es el siguiente. A finales de 2016 hubo una nueva sentencia del Tribunal Supremo que afectaba a las siguientes titulaciones de las Universidades de la Coruña (UDC) y País Vasco (UPV): Máster Universitario en Ingeniería Náutica y Transporte Marítimo (que da acceso a la profesión reguldad de Capitán de la Marina Mercante) y Máster Universitario en Ingeniería Marina (que da acceso a la profesión regulada de Jefe de Máquinas de la Marina Mercante, como ya se ha citado, pero en este caso la sentencia sólo afectó a la UPV). El Tribunal recordaba sus sentencias previas de 2013 y 2015 sobre estudios de Grado y explicaba que en el Máster: “la denominación es idéntica y no cabe duda que la confusión y error que puede suscitar el empleo de dicho sustantivo, y que fue determinante de su nulidad, no puede alterarse en función del tipo de titulación cuando se trata de profesiones reguladas”.
Poco después existió una segunda sentencia que afectaba a la Universidad Politécnica de Catalunya. Pero lo curioso de la primera sentencia es que eliminó el sustantivo “ingeniería” en los dos másteres de la UPV (en los que habilita para las profesiones reguladas de Capitán y de Jefe), pero sólo eliminó dicho término en el máster de los capitanes de la UDC (en el de Náutica y Transporte Marítimo), por lo que en la actualidad se sigue ofertando en la UDC el “Máster en Ingeniería Marina”, para regular la profesión de Jefe de Máquinas.
Por otro lado, en Ferrol se imparte el máster de ingeniería naval y oceánica para regular la profesión de ingeniero naval y oceánico.
Para ir finalizando, destacar el caso ya citado de la Universidad de Cantabria, ya que se trata de la única de España que ha mantenido el sustantivo de “ingeniería” en los dos nombres del grado de marina civil, y que por supuesto también lo ha mantenido en las dos denominaciones del máster, tanto en el que habilita para ejercer la profesión de regulada de capitán, como en el de jefes de máquinas.
CONCLUSIONES:
Para empezar este apartado me gustaría remarcar, si aún no lo he hecho lo suficiente, que no he escrito este artículo para “enfrentar”, sino para “aclarar”, cuáles son las diferencias existentes entre dos titulaciones, que regulan unas profesiones a las que tengo una gran admiración, y que para mí son de las mejores existentes.
No obstante, tengo que reconocer que tanto cambio de nombres, al final ha provocado, en términos futbolísticos, cierto “Desconcierto en la Condomina”. Pero de cualquier manera espero que este artículo haya arrojado algo de luz sobre este asunto de las denominaciones de estas titulaciones, y sobre las profesiones que regula.
Me gustaría también puntualizar a modo de resumen, que los másteres de “Marina” o “Transporte marítimo”, son los exigidos para poder ejercer las profesiones reguladas de jefes de máquinas o capitanes, respectivamente; mientras que el máster de “Ingeniería Naval y Oceánica” es el que regula la profesión de ingeniero naval y oceánico. Y también querría aclarar que capitanes y jefes, a pesar de poseer el máster respectivo, aún tendrán que superar otro escollo más antes de obtener sus títulos profesionales, barrera consistente en que deberán acreditar aproximadamente un mínimo de cuatro años de embarque, y un reconocimiento médico, algo que no ocurre en ninguna otra profesión regulada que conozca.
En cualquier caso, para aquellas personas que aún no tengan claro cuál es la forma de diferenciar, según las denominaciones de sus titulaciones, a los hombres y mujeres que navegan con títulos profesionales, de aquellas otras personas que diseñan buques, yo les daría una solución. Si conocen a un ingeniero naval o marino, yo le preguntaría:
¿Usted estudió en una escuela de marina civil o en una escuela politécnica?
Aun así, si esa persona estudió en la Facultad de Náutica de Barcelona (única escuela de marina civil de España conocida como facultad), todavía seguirán existiendo dudas, ya que esta Universidad impartía los antiguos estudios de Ingeniería Técnica Naval, y en la actualidad imparte también tanto los estudios de marina civil, como los de ingeniería naval (la Universidad de Cádiz, o la de Coruña, también imparten ambas titulaciones, pero en escuelas diferentes). Y eso sin olvidar el caso curioso de la Universidad de Cantabria, que habría que preguntarse el por qué en su caso, el tribunal falló de forma diferente al resto de universidades.
Para finalizar destacar el curioso caso de los oficiales radioelectrónicos de marina civil. Estos oficiales, que son muy diferentes de los antiguos oficiales radiotelegrafistas de marina civil (cuyas funciones absorbieron los oficiales de puente hace muchos años), y cuyos estudios se cursan en la actualidad en las universidades de la Laguna y Coruña, sí han mantenido el sustantivo “ingeniería” en sus denominaciones. Probablemente esto se haya debido a que no ha existido otro colegio profesional que considerara necesario que lo perdiera.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
García García, Victor; La atribución de competencias profesionales en la arquitectura e ingenierías: estudio particular de la profesión de ingeniero naval y oceánico; REVISTA INGENIERÍA NAVAL; Septiembre 2016.
en el mundo anglosajon se le llama ingeniero al mecanico que trabaja con maquinas y motores de cualquier tipo «engineer» porque maquina es engine lo demas es querer poseer una titulacion que no viene al caso e ingeniero viene de ingenio pues su labor es ingeniar . si os aclaro algo me alegro un saludo en español existe la palabra maquinista el que trabaja con y maneja maquinas
Gracias José Manuel. Un saludo
Gracias a ti Raúl por haber abordado el tema.
Es una cuestión que desgraciadamente y ante la negativa total por parte de la Ingeniería Naval a reconocer esta profesión, ya va camino de los tribunales europeos. Los títulos académicos a los que te refieres ya están reconocidos en toda Europa a través de EUR-ACE y, sin embargo, en España no¿¿¿???
Saludos
Gracias Juan. Un saludo
Buenas tardes,
el tema no es tan simple como una cuestión de denominación. Los mal llamados oficiales de Máquinas o Jefes de Máquinas no sólo se denominan Ingeniero jefe u Oficial ingeniero en los países anglosajones. Se denominan así en toda Europa y Estados Unidos. Por qué en España no? Esa sería la pregunta a responder. Usted cree que ofical de máquinas o jefe de máquinas es una profesión o es un puesto de trabajo a bordo? Por qué los titulados de formación profesional también ocupan los puestos de oficial de máquinas y/o jefe de máquinas a bordo de buques? Capitán o Piloto son profesiones que luego se traducen en puestos de trabajo a bordo. Pero cómo se denominan la profesiones de los oficiales y jefe de máquinas? como el puesto de trabajo que ocupan a bordo? No es posible que una profesión se denomine igual que un puesto de trabajo. Se deduce fácilmente que los profesionales de máquinas de la Marina mercante no tienen una profesión definida como tal.
Gracias Juan. Un saludo
Amigo Raúl :
Gracias por darme la posibilidad de expresar mi opinión, de forma muy resumida considero que tanto la profesión de Capitán de la Marina Mercante, como la de Jefe de Maquinas, en la actualidad requieren tener un alto conocimiento de Ingeniería, y que algunos compañeros lo ponen en duda.
Un saludo.
Gracias a ti. Yo no la pongo en duda, solo pretendo aclarar matices.
Te invito a escuchar la entrevista que me hicieron la semana pasada al respecto, y que acabo de subir.
Un saludo
Amigo Raúl:
Discrepo totalmente del transcurrir de la profesión, de Marinos Mercantes como usted los describe y en los puntos en que usted pretende resumir la profesión. La gran mayoría de los Ingenieros Navales no llegan nunca a proyectar un buque y se dedican a reparaciones, u otros menesteres relacionados con la profesión, pero no por eso le sobran sus conocimientos de ingeniería, así como tampoco le sobra a los ingenieros que se dedican a labores comerciales en las empresas, ni tampoco le sobra el titulo.
Usted parece ignorar que en la actualidad, a un Jefe de Maquina de un buque de gran tonelaje y alta tecnología, requiere un conocimiento profundo de Ingeniería en niveles teórico- practico y no le sobra ni los conocimientos de Ingeniería ni el titulo.
Y por favor los estudiantes que están en la universidad tienen libertad para elegir la carrera que crean oportuna así como dedicarse en un futuro a lo que deseen o puedan.
Un saludo.
Gracias Eduardo.
Respeto todas las opiniones.
Conozco bien los recorridos de ambas profesiones, pero yo me he centrado en las HABILITACIONES que dan los diferentes títulos.
Y estoy totalmente de acuerdo en que los alumnos deben estudiar lo que quieran, pero desde luego, cuanto más informados estén, yo creo que mejor será para ellos en el futuro.
Un saludo
Volvemos al curso 19/20 , aquí estaremos haciendo seguimiento de tus interesantes y curiosos artículo s.Saludos
Gracias José Manuel. Un abrazo
Aquí estamos también, con el nuevo curso y dispuestos para las nuevas historias que nos vas a contar.
Saludos
Gracias Javi
Bienvenido de nuevo querido amigo Raul
Este apropiado comienzo de curso es genial !!!
Me siento invadido por una triste sensación, que resumiría diciendo: posiblemente las intenciones de los «diversos» gobiernos y administraciones es crear un «cacao maravillado» donde nadie sea capaz de aclararse, ni siquiera recurriendo a los TSJ, hoy tan de moda.
Y continuo diciendo que sigo sin ser partidario de la «bolonizacion», sobre todo en La Armada.
Y remato haciéndome la siguiente pregunta ¿Llevábamos tantos años haciendo las cosas mal para que fuera imprescindible «arreglarlas» así?
Un fuerte abrazo
Muchas gracias, José Manuel. Un abrazo
Buen comienzo, saludos
Gracias José Manuel. Un abrazo
Hola Raúl:
Buen artículo que pienso que aclara bastantes cosas. Cada uno tiene sus responsabilidades y sus tareas y los dos son importantes . Personalmente navegué como Oficial Radioelectrónico en buques extranjeros con tripulaciones mixtas (noruegas, británicas y españolas). En el mundo anglosajón a los oficiales de máquinas se les conoce como ingenieros. Y la labor que hacía el Oficial Radioelectrónico nada tenía que ver con la que se hacía en buques españoles.
Un abrazo. Andrés Joven Rivero
Gracias por la aclaración Andrés. Un abrazo
Hola Raúl, que bueno que vuelvas a estar por aquí.
Particularmente no me toca ni de cerca nada de lo que tratas hoy, pero desde luego está claro como el agua cristalina. Gracias de nuevo por tú trabajo.
Un abrazo
Gracias Antonio. Te llevas la medalla de la semana…