El bautismo de mar en el Río Miño del comandante Jorge Jesús Sauras Cabria
La noticia de esta semana, sobre el bautismo de mar, va enteramente dedicada al comandante de líneas aéreas civiles Jorge Jesús Sauras Cabria. Esta vez, y por desgracia, me he visto obligado a retrasar la segunda parte de mi noticia de la semana pasada, al enterarme de una triste historia. Sintiéndolo mucho mi amigo Jorge va a ser la primera persona a la que le dedico dos noticias en este blog. La primera de ellas fue hace unas semanas, bajo su petición, y fue la de Andrés de Urdaneta.
En una de las primeras semanas que escribí en este blog, lo hice acerca del buque que patrulla las aguas del Río Miño, el Cabo Fradera. Comenté en su día que este patrullero de vigilancia interior, con base en Tui (Pontevedra) surcaba generalmente las aguas desde su base, hasta la desembocadura en el Océano Atlántico (en Camposancos, junto a la Guardia), en este buque se celebraba un peculiar bautismo de mar.
Siempre que el buque partía de su base, río abajo, al son de “Ganando Barlovento”, una señora con un pañuelo se asomaba a una ventana de un edificio que se encontraba junto a la Ayudantía de Marina de Tuy, y agitaba ese pañuelo en señal de saludo. Desconozco si hoy en día sigue ocurriendo ese suceso, ya que han pasado 15 años desde que desembarqué de ese buque.
Instantes después de ese saludo, el buque arrumbaba hacia el puente internacional y pasaba por debajo de él, entre sus pilares. Este es el puente primitivo existente de paso entre España y Portugal (el que une Tui con Valenca do Miño), donde se encontraba el paso fronterizo.
Había que conocer por donde pasar, porque el calado estaba muy limitado, y enseguida se podía tocar con el fondo.
Y una de las costumbres que existía en ese buque era que todos los nuevos miembros de la dotación debían bautizarse a bordo, la primera vez que recibían el bautismo de mar fluvial en este buque (a veces incluso acompañado de diploma). Esta celebración era extensible a alguna visita que se recibía a veces en el buque.
¿Y en qué consistía el bautismo de mar? Pues viendo la primera fotografía la mayoría ya se lo habrá imaginado. El nuevo miembro o invitado, justo cuando el buque pasaba por debajo del puente, recibía sobre su cabeza el contenido de un cubo repleto de agua (“congelada” en invierno) que le certificaba como visitante ejemplar del Cabo Fradera.
En el año 1998 el visitante en cuestión era un piloto aéreo civil. Estaba allí de visita. Había sido compañero mío del instituto, y años después me había localizado en Galicia y vino a visitarme. Por supuesto tuve el honor de ser yo el que le bautizara bajo el puente.
De nuevo, y debido a nuestras profesiones de tanto movimiento, volví a perderle la pista durante otro gran tiempo, hasta que otra vez, hace un par de años, y ya con la tecnología Facebook, volví a localizarle (junto a algún otro compañero de la época).
Durante este último año fue un gran seguidor del blog de Exponav, comentando prácticamente todas las noticias. Por destacar alguno de sus comentarios, cito de los últimos:
Me acabo de despertar en La República Dominicana y leer tu noticia me ha despejado en cero coma. Qué barbaridad de dimensiones, Me imagino como deben ser las cocinas, así como los almacenes donde guarden la comida. Imagino que habrá comisaría a bordo. Flipo, pero es que hay muchísimos pueblos con menos habitantes que este barco. Ser capitán de ese barco debe ser lo más. Raúl, gracias de nuevo por tus noticias. Veo que nunca me llevaré el premio por ser el primero, ya que tu club de fans es numeroso, pero en entusiasmo seguro que estoy en el podio. En cuanto pueda voy con mis vasquitas a hacerte una visita. Un abrazo Raúl.
Raúl, una vez más te felicito por tu artículo y lo bien que explicas las cosas. Ya tengo ganas de recibir el siguiente. Un abrazo desde Cancún.
Raúl, muchísimas gracias por haberte acordado y una vez más te felicito por lo bien que lo cuentas. Un abrazo, Tu Jorge Sauras
Y desgraciadamente este fue el último, el viernes 3 de octubre por la mañana:
Felicidades de nuevo por esta historia tan interesante. Precisamente el otro día hablaban en la televisión del nuevo canal que piensan construir y los posibles problemas ecológicos que podría causar dicha obra. P.D. No olvides felicitarme por ser el primero en contestar.
Y efectivamente fue el primero en contestar, y por ello le felicité en el blog, y le di la medalla. Antes, hasta había bromeado con él diciéndole que cuando pusiera una noticia le iba a avisar a él primero para que pudiera comentar con velocidad.
Pero desde ese viernes no volvió a comentar las dos noticias siguientes, y la verdad es que yo estaba extrañado. Pero como precisamente ayer era su cumpleaños, me dije, le felicito y ya de paso le riño por descuidar el blog. Y cuando me disponía a felicitarle vía Facebook me llevé la terrible noticia:
Jorge Sauras, comandante de A320 y A330 de Evelop, falleció el viernes por la tarde en un accidente de tráfico a la edad de 43 años. La noticia de su muerte ha causado una profunda conmoción no solo entre su familia y amigos, también entre los compañeros de profesión. Quienes trabajaron con el comandante Sauras durante su larga trayectoria profesional están destrozados por su fallecimiento. Lloramos su perdida y siempre estará en nuestro corazón. Destacan de él que fue un amigo para todos, más que un compañero. El comandante Jorge Sauras comenzó su carrera en Lufthansa como copiloto. Tras dos años en la aerolínea germana pasó a trabajar en Air Nostrum. Posteriormente, recaló también como segundo en Iberworld (posteriormente rebautizada como Orbest), compañía en la que ascendió a comandante. En la actualidad formaba parte de la plantilla de Evelop.
Fallece Jorge Sauras, comandante de Evelop
Precisamente el accidente fue la noche de su último comentario en el blog. Una auténtica desgracia. Sólo puedo decir que siempre fue un amigo con una gran sonrisa en la cara.