El buque fantasma que llevaba 499 cadáveres en ataúdes a bordo
La noticia de esta semana se la dedico a mi antiguo compañero de camarote del Serviola, Paco Ibáñez, que fue el que me dio a conocer este macabro suceso del buque fantasma que se produjo hace unas semanas. La leyenda consiste en que un barco que se hundió hace 112 años y que llevaba como carga los cadáveres de 499 mineros chinos, se encontró en la costa de Nueva Zelanda. El navío de nombre S.S. Ventnor era conocido como el buque fantasma por su cargamento.
El buque zarpó el 26 de octubre de 1902 de Nueva Zelanda, transportando los restos a China en honor a una tradición del país oriental. Una singladura después el barco golpeó con un arrecife y se produjo una vía de agua.
Ante este percance, el capitán decidió alterar el rumbo y navegar en demanda de Auckland, para realizar una reparación de emergencia. Lamentablemente no pudo llegar a destino y dos días después se hundió frente a la zona de Hokianga, en la costa noreste de Nueva Zelanda.
Gran parte de los cuerpos, que en su mayoría iban en ataúdes de plomo y zinc (el resto eran de madera), fueron a parar al fondo del mar a una zona que hasta ahora se desconocía. Algunos cadáveres emergieron de las bodegas del barco y quedaron a la deriva hasta llegar a la costa. Los maoríes que los encontraron les dieron sepultura.
En el naufragio fallecieron el capitán y 12 miembros de su tripulación. El resto de la dotación salvó sus vidas mediante las balsas.
Parece ser que los mineros habían ido a la isla de Oceanía para probar suerte buscando oro y habían pagado por anticipado el viaje de vuelta, sin considerar si lo hicieran vivos o muertos. Ellos eran parte de la inmigración china que a partir de 1860 llegó a Nueva Zelanda atraída por la fiebre del oro. Buscaban hacer fortuna para luego regresar junto a sus familias.
Supongo que a estas alturas de la historia alguno se preguntará: ¿Pero de dónde habían salido los cadáveres? Pues sigue siendo una historia curiosa.
Los 499 cadáveres que llevaba a bordo se habían exhumado (algunos después de 20 años de estar enterrados en Nueva Zelanda) y prolijamente preparados para el viaje. Según describió el North Otago Times, los cráneos fueron lavados por un chino que “mientras tanto fumaba cigarrillos con toda tranquilidad, desechando todos los tejidos que aún permanecían adheridos”.
La preparación duró años. Al final, muchos restos fueron incinerados y las cenizas empacadas en bolsas colocadas en pequeños ataúdes de madera. Otros cuerpos, intactos, se empacaron en cofres de zinc.
Y finalmente, como ya he contado, cuando era hora de regresar a su tierra, un obstáculo se interpuso en el camino. Los bajos de la costa de Taranaki abrieron una vía de agua en el casco del barco. Se hundió con toda su carga de ataúdes.
Para finalizar me gustaría contar algo acerca de cómo se han encontrado los cadáveres. Parece ser que cerca de las costas de Wellington se encontraba un documentalista aficionado llamado John Albert, que cuando escuchó por primera vez la historia del mítico y casi olvidado barco, sufrió un escalofrío, como si un espíritu lo hubiera poseído, y él fue la voz de alarma del descubrimiento. Este hecho ha exaltado los ánimos en la numerosa comunidad china de Nueva Zelanda, que considera que se ha violado un lugar sagrado:
Es una tumba. Es un lugar espiritual. Desde un punto de vista moral.
El nieto del impulsor del proyecto lidera ahora una polémica sobre qué se debe hacer con los restos. Parte de la comunidad pretende dejar los cuerpos de sus ancestros en el lugar actual, pero el resto, quiere que sus almas cumplan el deseo de regresar al lugar donde se inició su viaje.
En cierto sentido me recuerda al macabro descubrimiento reflejado en el documental Lost ship of Venice o La galea de Venecia que sólo he encontrado por ahí subtitulado en ruso. La cosa es que encontraron un barco de carga en la olvidada isla de San Marcos que estaba sumergida y para estudiarlo hicieron un enorme muro de metal para contener el agua sacarla y liberarlo del fango. La sorpresa, estaba lleno de huesos porque fue empleado como ataud flotante durante una peste que asoló Venecia un poco la historia de la más conocida isla de Povlegia esa que tan viral es con su sanatorio abandonado. De hecho la isla de San marcos tenía su iglesia y todo pero ahora es un montón de piedras en la laguna veneciana.
gracias¡