Evolución de la comida en los buques: del pan de barco al donut

Raúl Villa Caro

En el año 1999 me licencié en Marina Civil (sección Náutica) en la Universidad del País Vasco. En 2001 obtuve el empleo de A.N. del Cuerpo General de la Armada y en 2005 la patente del Cuerpo de Ingenieros de la Armada. En el año 2001 obtengo el título de Ingeniero Técnico Naval (Estructuras Marinas) en la Universidad de A Coruña y posteriormente el título de Ingeniero Naval y Oceánico y el Diploma de Estudios Avanzados. En 2003 obtuve el título profesional de Capitán de la Marina Mercante. Desde Octubre de 2010 estoy contratado por parte de la UDC como profesor asociado. Actualmente además de realizar tareas de investigación en el Grupo Integrado de Ingeniería, y desde octubre 2010, imparto docencia en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Ferrol (Grado y Máster en Ingeniería Naval y Oceánica), en el Master de PRL de la FCT, y en la Universidad Senior de Coruña. Mi actividad principal, y fuera de la UDC, se desarrolla en la Ingeniería de Construcciones de Buques (Arsenal de Ferrol) como Jefe de la Ingeniería de Plataforma. Desde abril de 2012 hasta diciembre de 2013 fui Secretario de la Delegación Territorial en Galicia del COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS NAVALES, y desde enero 2013 soy Secretario de EXPONAV (Fundación para el Fomento del Conocimiento de la Construcción Naval y de las Actividades Marítimas).En 2015 obtuve el título de Doctor por la Universidad de A Coruña. En 2021 fui nombrado Académico Correspondiente de la Academia de Ciencias y Artes Militares (ACAMI), y de la Real Academia de la Mar (RAM). Poseo más de 250 publicaciones repartidas entre artículos de Revistas, Libros, Capítulos de Libros, y Comunicaciones en Congresos.

13 Responses

  1. José Manuel Curto López dice:

    Muy bueno Raúl ,como siempre. Un abrazo

  2. Diego R. Gosende dice:

    Excelente articulo, Raul.
    Cualquiera que haya navegado conoce la importancia de una buena alimentación y de llevarse bien con el personal de cocina.
    Este articulo me recuerda porque la entrega del espacio y equipos de cocina suele involucrar una escrupulosa inspección por el futuro capitán de un barco en construcción

  3. Andres joven rivero dice:

    Buenas Noches Raul:
    Gracias por el articulo. Muy interesante. Efectivamente en los barcos donde la comida es buena y sana todo va bien. La tripulación es feliz y todo el mundo está contento. Durante los 14 años que navegue, la comida fue buena, salvo algún barco donde el cocinero era un desastre y en el próximo puerto fue despedido.
    Recuerdo al Urquiola, donde entre semana el vino era un Castillo de San asensio, y los domingos Marqués de Riscal.
    También recuerdo un barco químico » M.P. Grace» de bandera Liberiana donde el cocinero había navegado en buques de pasaje de Salsero, y hacia unos platos delicatessen. No me puedo quejar. Gracias Raúl por tus artículos.

    Recibe un abrazo desde el Bajo Aragon.

    Andres

  4. Juanma Díaz Vidal dice:

    Interesante artículo en donde me permites conocer cosas como el nacimiento de la celebración de la fiesta del pan de Neda, que desconocía que fuera en esa fecha y, por supuesto no sabía la historia del nacimiento del tan apreciado Donut.
    Fuera de esto, coincido plenamente que es un elemento importante tanto para los Buques ya sean de guerra o no y, tambíen es cierto que es muy recurrente escuchar críticas en torno a la cocina y a la comida tan recurrentes como por ejemplo: si está mejor o peor hecha, sí se quemó el arroz, etc,etc., pero lo que está claro es que la gente que gobierne las cocinas de los buques tiene que estar preparada y yo creo que ahora mismo si que lo están.
    En el caso de la Armada afortunadamente existe la Escuela de Hostelería en la ESENGRA en donde tienen la suerte de tener un elenco de docentes impresionantes tanto a nivel militar como también civil, me acuerdo ahora de una docente como Beatriz Sotelo que cuando estaba en la Escuela de profesora civil regentaba el Restaurante «La Estación» en Cambre local que tenía entonces una estrella Michelin, y allí estaba ella en la Escuela aportando su granito de arena para hacer todavía mejores a los alumnos hosteleros.
    Pero como los que ya somos mayores y tuvimos la suerte de estar en el Príncipe de Asturias en su tiempo, contaré entonces que allá por el 1989 la Armada no disponía de militares con la especialidad de Hostelería, se nutría de personal laboral para sus cocinas, aquellos llamados Maestros de Cocina y de marineros de reemplazo que hacían labores de cocinero, bien porque tenían experiencia de la calle, o bien porque les tocaba sin mas, aun recuerdo en la panadería pequeña que tenía el Príncipe de Asturias que había destinado un Marinero, panadero profesional en la calle, y durante su estancia en el barco tuvo la oportunidad de dejar la impronta de sus conocimientos, y todo el mundo estaba encantando con el. Era un lujo disponer de esta persona allí.
    En definitiva, gracias Raul por tu aportación en este árticulo.
    Un saludo.

  5. Angel Anidos dice:

    Como siempre un amplio e interesante comentario sobre un tema marítimo, poco conocido, como es la evolución de la comida y su importancia a bordo. Además de la imprescindible labor del personal de cocina.
    Sin olvidar el origen del famoso pan de Neda en nuestra Ría, o el de los, hoy, famosos Donuts.
    Enhorabuena
    Un cordial saludo

  6. Manuel OfTheBridge dice:

    Raul,
    Creo que es de las historias que más me han atrapado. Es un placer leerte. Solo he echado en falta hablar de la comida en los submarinos… pero eso será otra historia para otro momento. Quizá con unas concas de la casa y un raxo…
    Un abrazo.

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