Herrerías alberga el palo de señales del Portaviones Príncipe de Asturias, vigilado desde Exponav
El pasado día 22 de diciembre comenzaron los trabajos para desmontar de la cubierta del puente y del palo de señales del Portaviones Príncipe de Asturias. El buque se encuentra actualmente atracado en Ferrol y el pasado 16 de diciembre se publicaba en el BOE el inicio del periodo de licitación, con lo cual finalizaba el proceso de enajenación del buque una vez que fracasaron los intentos para que siguiera en servicio bajo bandera de otro país o como buque-museo. Y en la actualidad su palo de señales ocupa ya una posición estratégica, flanqueado por el Museo Naval, el Museo de la Construcción Naval (Exponav) y el Centro Cultural y Social de Herrerías.
El Príncipe de Asturias (R-11) fue un portaaviones para aviones STOVL de la Armada Española, buque insignia de la Flota. Junto a sus fragatas de escolta, formaba el Grupo de Proyección de la Flota. Fue botado en 1982, le fue entregada la bandera de combate en 1989 y se dio de baja en 2013. En sus 24 años de servicio participó en varios despliegues navales internacionales, en particular durante la primera Guerra del Golfo de 1991, pero no llegó nunca a entrar en combate.
El diseño en el que se basa el Portaviones Príncipe de Asturias, el SCS -Sea Control Ship-, fue ideado por la US Navy y los astilleros Ingals Shipbuilding. La idea era construir un portaviones ligero equipado con cazas supersónicos y helicópteros antisubmarinos con los que escoltar a los convoys navales que cruzaran el Atlántico camino de Europa en caso de guerra con la URSS y liberar de esa misión a los grandes portaviones de ataque, como la clase Forestal. La Armada compró 30 planos básicos por 3.000 millones de pesetas.
En aquellos tiempos, su hélice resultó ser la mayor de paso variable jamás montada en un buque. El haberlo diseñado con un único eje y una sola hélice, se abarató el proyecto de construcción un 30%, así como el coste de mantenimiento durante toda su vida operativa.
El puente de mando estaba basado en el de las fragatas FFG-7, iguales que nuestras clases Santa María. La planta motriz también era la misma, dos turbinas GE LM-2500, pero algo más potentes. Construido en acero de alta resistencia en el casco y en la superestructura. Este navío ha demostrado un excepcional comportamiento en la mar, no sobrepasándose los 2º de escora navegando con fuerte marejada, gracias a sus aletas estabilizadoras. También dispone de un alto grado de resistencia al choque. La superficie de la cubierta de vuelo presenta como singularidad muy significativa, una marca asimétrica con respecto al casco, estando desplazada hacia la banda de babor.
El Príncipe de Asturias, con sus casi 196 metros de eslora, sus 24,3 m de manga, con un calado de 9,4 metros y sus 17200 toneladas a plena carga era el mayor barco de la Armada española hasta la entrada en servicio del Juan Carlos I. Ahora tan sólo nos queda el palo de señales del Portaviones Príncipe de Asturias.
Tiene un tipo de propulsión COGAG (Combined Gas And Gas), proporcionado por dos turbinas de gas LM2500 de procedencia norteamericana, de origen aeronáutico y adaptadas para utilizarse en buques. La velocidad máxima sostenida es de 26 nudos, y la autonomía es de 6500 millas náuticas a una velocidad de crucero de 20 nudos. El Príncipe de Asturias cuenta además con dos motores eléctricos auxiliares (UPA) que facilitan la maniobra y garantizan el regreso del buque en el caso de que la propulsión principal dejase de funcionar.
Podría transportar hasta un máximo de 811 personas, incluida la tripulación del propio barco, el personal de vuelo y el Estado Mayor. El buque también admite una pequeña unidad de Infantería de Marina. La dotación se reparte en camaretas independientes de 2, 4, 8 y 12 literas con servicios adheridos y locales de descanso repartidos por la zona de habitabilidad y teniendo entre otras comodidades, aire acondicionado.
En los años 90, durante unos ejercicios de la OTAN en el Mediterraneo, lanzó dos AV-8A y dos AV-8B que «hundieron» al portaaviones estadounidense CVN-68 Eisenhower, en una brillante operación que dejó en evidencia a la Navy.
Fue el tercer portaaeronaves en la historia de la Armada española, tras los dos Dédalo, el porta-hidroaviones Dédalo – que participó en el Desembarco de Alhucemas de 1925 – y el portaaviones ex USS Cabot.
La Armada Española celebró el pasado abril la subasta pública para vender el portaaviones Príncipe de Asturias a una empresa que se encargue de su posterior desguace. Sin embargo, dicha adjudicación se declaró desierta pues ningún licitador quiso adquirir lo que queda del otro buque insignia de España por 2,9 millones de euros. Ese fue el precio final en el que quedó el valor de salida -fijado en 4,8 millones- tras tres sucesivas rebajas del 15 por ciento, tal y como se estipulaba en la resolución del Ministerio de Defensa publicada el pasado 16 de diciembre en el Boletín Oficial del Estado. El procedimiento no fue a mano alzada, sino que las empresas presentaban ofertas a cada uno de los precios. Finalmente, no hubo ninguna.
De este modo, la Armada Española seguirá enfrentada a un problema que, más allá de un asunto específico, podría representar un deterioro en la imagen del que fuera uno de sus buques más importantes: con 25 años de servicio, el portaaviones Príncipe de Asturias se dio de baja del listado oficial de buques el 13 de diciembre de 2013 después de que el actual Ministerio de Defensa lo decidiera así en el verano de 2012.
Desde febrero de 2013, el Príncipe de Asturias se encuentra en el Arsenal Militar de Ferrol donde tuvieron lugar los trabajos de desarme y su desactivación, quedando solo el casco y tuberías.
Y precisamente el acero remanente en el buque, así como otros componentes son el objeto de deseo de las empresas licitadoras. Parece ser que en la actualidad es complicado acometer la compra del buque, proceder al desguace y venta del acero para su fundición y sacar rentabilidad a una operación que conlleva estrictas medidas de carácter medioambiental muy costosas.
Aún con esto, según ABC, existe interés de dos empresas:
Según fuentes (ABC), conocedoras de la subasta pública consultadas por ABC, existen dos empresas que aún estarían interesadas en adquirirlo por un valor aproximado a 1,5 millones de euros. No obstante, se trata de dos ofertas al margen del proceso inicial abierto por el Ministerio de Defensa y llevado a cabo por la Junta Delegada de Enajenaciones y Liquidadora de Material del Cantábrico, con sede en el Arsenal Militar de Ferrol. Estas dos compañías especializadas en proyectos de desguace naval son la madrileña Surus Inversa y la almeriense Logiscrap.
Pero ¿cómo se lleva a cabo el desguace de un buque como el portaaviones «Príncipe de Asturias»? «Primero hay que realizar un inventario de mercancías peligrosas y solicitar al Ministerio de Medio Ambiente la licencia de exportación de residuos con las garantías económicas correspondientes. Y después se remolcaría, realizando los trabajos de preparación requeridos por la compañía de seguros, tales como el sellado de depósitos, preparación de amarres, soldadura y bloqueo de timón, etc.
Destino de la chatarra
¿Cuál será el destino final de la chatarra del portaaviones? Una vez fundida la chatarra, su acero podría destinarse a la construcción ya que el acero naval se asemeja al estructural (ya se ha hecho en otras ocasiones).
Para ir finalizando, presento unas fotos de cómo fue el transporte del palo de señales del Portaviones Príncipe de Asturias:
Hasta dentro de 2 semanas
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