La relación entre el vino y la mar
Entrevista sobre el vino y la mar en COPE Galicia el viernes 10 de marzo de 2017
El día 1 de marzo, y procedente del Museo de Bellas Artes de Bilbao, llegó a Exponav la muestra Inspirados en el vino. Maestros del grabado en la colección Vivanco. Y arrancando con esta exposición, que ya se puede visitar en la Sala Carlos III de Exponav, a lo largo del artículo de esta semana pretendo destacar algunos de los factores comunes que existen entre el vino y la mar.
El Museo Vivanco de la Cultura del Vino, quien aporta las obras para la muestra Inspirados por el Vino, recogerá el próximo 3 de abril el Premio Fevino por su labor de divulgación de la historia del vino. El museo Vivanco es una iniciativa ambiciosa, que se ha convertido en punto de referencia internacional sobre el vino, su historia, y sus técnicas de elaboración, amén de otro tipo de movimientos culturales que giran en su entorno. El pasado 1 de marzo en Exponav, el director del Museo de la Cultura del Vino, Santiago Vivanco, en emotivas palabras hacia su padre recientemente fallecido, fue el encargado de guiar a los presentes en la inauguración de la muestra, junto al director de Fevino, el ferrolano Fernando Yáñez, artífice del Salón del Vino que se celebrará en Exponav los próximos 3 y 4 de abril.
El Museo Vivanco
Desde hace 100 años, la historia de la familia Vivanco siempre ha estado ligada al vino. Hace cuatro generaciones, Pedro Vivanco González (el bisabuelo) empezó a elaborar en La Rioja las uvas procedentes de un pequeño viñedo que tenía la familia. No era fácil producir vino en aquellos tiempos para un pequeño viticultor. Santiago (el abuelo) continuó con aquel pequeño negocio que había iniciado su padre, y su mujer, Felisa Paracuellos, fue quién le animó a prosperar, encendiendo la llama de la Cultura del Vino entre toda su familia.
Cuando llegó la tercera generación, un hombre humilde, comenzó con 14 años repartiendo vino con una bicicleta por todo Logroño. Estudió enología, viajó por el Mundo, y comenzó a coleccionar todo tipo de objetos relacionados con el vino. Nacía el museo Vivanco…en 2004. Hoy, la cuarta generación, Santiago y Rafael, dan las gracias e invitan a compartir su museo y su pasión por el vino.
En el museo Vivanco de la Rioja, a través de sus salas, se puede descubrir la trascendencia cultural del vino desde sus inicios, hace más de 8.000 años, así como su origen o los tipos de tierra más característicos de cada zona del Mundo para el cultivo de la vid. Y visitando su página web, se pueden descubrir más de 2000 piezas del museo. Entre lo localizado en la web, me gustaría destacar los dos siguientes elementos:
Vida de Baco
Grabado al buril. Se trata de una obra de Jacob Matham, a partir de unos dibujos de David Vinckboons. Este grabado, junto con otros once, completa la serie sobre la vida de Baco. Todos ellos se encuentran numerados en el ángulo inferior derecho.
En este duodécimo y último grabado de esta serie, podemos ver representado una etapa del dios Baco. En él, Baco se encuentra subido en la parte de popa de un buque. Viste únicamente una capa anudada al cuello, que le sirve para cubrirle el vientre. Con su mano izquierda se agarra a uno de los obenques del buque por el que trepan vides, y la mano derecha la alza en claro síntoma amenazador.
Los marineros saltan del barco al mar enfurecido, con sus cabezas convertidas en delfines, salvo dos que aún conservan su aspecto normal dentro del barco. En el ángulo superior derecho, en un claro del cielo, se ven tres murciélagos volando. Según la mitología, este hecho le ocurrió a unos piratas que raptaron a Baco para venderlo como esclavo.
Ex Libris de Miroslav Houra Vivanco
Ex libris realizado en blanco, negro y amarillo, carente de perspectiva y de naturalismo en su estructura, que representa un barco que navega y que está punto de pasar bajo el Puente de las Cadenas de Budapest, iluminado por un gran sol amarillo. Cabe destacar que uno de los extremos del puente está rodeado por el humo proveniente de la chimenea de proa.
En la parte central del buque se ve a dos hombres de pie que unen sus manos sosteniendo una flor amarilla. Por la popa del buque se ve la estela que deja el barco al navegar por el río Danubio. Sobre la estela aparecen dos bandejas con botellas de vino. Fuera de la escena aparece el nombre del autor de la obra, Miroslav Houra, y el año de su ejecución, 1970.
Exposición Inspirados por el Vino – El vino y la mar
Esta exposición itinerante la componen obras cuyos autores utilizaron el grabado como una plataforma para introducir el vino desde ópticas muy diferentes. Además, la gran mayoría de las obras son fondos no expuestos por el Museo Vivanco, que se empiezan a mostrar ahora al público. En las obras el vino se presenta de diferentes maneras, como puede ser por medio de la mitología del dios del vino (Picasso), como una divertida baraja (Eduardo Arroyo), por medio de la sensualidad de Martini Miss (Mel Ramos), o el mundo de las viñas, los racimos y los vendimiadores con Menchu Gal, Yozo Hamaguchi y Joan Miró respectivamente.
La muestra se divide en dos bloques perfectamente diferenciados. Por un lado, el grabado clásico, que a su vez se divide en tres apartados: mitología, costumbrismo y cristianismo; y por otro, el grabado contemporáneo, un bloque más heterogéneo determinado por la personalidad de cada autor.
La dimensión espiritual del vino ha sido una constante, desde la antigüedad al cristianismo. Son numerosos los artistas de este apartado que recogen el sentido religioso. Destacan las estampas de Lot y sus hijas, prodigiosamente representado en los grabados de Lucas van Leyden, Jan Saenredam y Johann Gotthard von Müller; La Cena de Emaús de Alberto Durero o Las viñas de Noé de Francesco Bartolozzi.
La llegada del vino a América
La sumiller Mercedes González, nos hablaba hace tiempo en su blog, de que en el siglo XV el consumo del vino llegó de manos de los conquistadores, en este caso de los españoles comisionados por los Reyes Católicos para la exploración y explotación del nuevo continente. Las tres naves fletadas por Cristóbal Colón para el descubrimiento del nuevo continente, iban prolijamente cargadas de vino, teniendo en cuenta que, para la incierta travesía, se reservaban unos dos litros de vino por marinero y día, como una parte fundamental de su sustento calórico, así como salvaguarda contra las enfermedades derivadas de beber agua en mal estado.
Como ejemplo de ello podemos tomar el cargamento de la Santa María. Construida en Galicia en 1480 (doce años, pues, antes del Descubrimiento) tenía un desplazamiento máximo de 223 toneladas y una tripulación de 39 hombres. Esto suponía unas reservas de 28.470 litros de vino para un año, cantidad que, transportada en sus bodegas, fue sin duda, junto con la que llevaran la Pinta y la Niña, el primer vino consumido en América.
Un tonel del buen vino de ribeiro
La falta de datos completos sobre las tripulaciones de las cuatro expediciones de Colón al Nuevo Mundo, han venido lastrando las investigaciones. Sin embargo, el afortunado hallazgo de un revelador documento en el Archivo de Simancas en 2006, realizado por las investigadoras Consuelo Varela (CSIC) e Isabel Aguirre (Cuerpo Facultativo de Archiveros del Estado) sobre el inusual interrogatorio que Francisco Bobadilla realizó a los hermanos Colón en nombre de los Reyes Católicos, nos dejó en posesión de un impresionante hallazgo para la historia del vino y para “la cultura del vino”.
Tradicionalmente se conocía desde la Edad Media la importancia del vino de Ribeiro dentro del mercado mundial. Así, son famosas ya las referencias a estos caldos de Alfonso X El Sabio, que en su Cantiga 20 alude al “bon viño d´Ourense”, así como de Miguel de Cervantes, que pone halagos al vino de Ribadavia. Todas estas citas ya conocidas sobre las bondades del vino del Ribeiro nos colocan en disposición emocional para afirmar que los caldos de esta denominación podrían estar entre los primeros en dar el salto de Europa a América.
Sin embargo, gracias a recientes descubrimientos documentales sobre los viajes de Colón, estamos en disposición de poner fin a estas incertidumbres y constituir como verdad científica el consumo de, al menos, un vino concreto en los tiempos inmediatos a la arribada al Nuevo Mundo. Y ese primer caldo, cuyo consumo podemos ahora constatar documentalmente, es un buen vino de Ribadavia.
El documento hallado por Isabel Aguirre en 2006 en el archivo de Simancas alude por primera vez a un personaje gallego perteneciente a las tripulaciones de Colón, cuyas listas de embarque se consideraban perdidas. Se trata de “un abad gallego”, y no está citado con mayor precisión porque, muy posiblemente, algunos clérigos pudieron embarcarse de manera irregular, ya sea huyendo o en un afán indeterminado por enmascarar su personalidad.
El documento de Simancas es una transcripción del Juicio o Pesquisa de Bobadilla, realizada en el año 1500. Francisco Bobadilla fue enviado por los Reyes Católicos para investigar las quejas por el despotismo de Colón y sus hermanos, y a su llegada, el 23 de agosto de 1500, los detuvo y los embarcó a España, como es sabido. La transcripción de este interrogatorio tiene una importancia transcendental, gracias a un hecho colateral que el pesquisidor Francisco de Bobadilla relata para ilustrar la crueldad y mala fe de Cristóbal Colón. Y es en este contexto donde aparece el hallazgo:
Ytem, dize que a un clérigo gallego le fue tomada una pipa o dos de vino de Ribadavia, e que estando …
Destilado aquavit noruego Linie
Los noruegos están rodeados de paisajes muy fríos, y soportan bajas temperaturas. Este estilo de vida, probablemente les exige tener que calentarse para escapar del frío. Y a pesar de que allí, las bebidas alcohólicas poseen impuestos muy altos, entre sus bebidas destaca una cuyo nombre está ligado a la línea ecuatorial, el aquavit linie.
Este destilado, partiendo de Noruega, viaja por todo el mundo con destino a Australia, y regresa nuevamente a Noruega, embarcado en las bodegas de los navíos, en barricas de roble, en las cuales anteriormente han envejecido vinos de Jerez. En este viaje pasa dos veces por el ecuador, dándole a este producto un especial y mejor sabor. ¿Y para qué? El truco de este trepidante viaje no es otro que el estar varias semanas en alta mar, con el movimiento que ello conlleva, en barriles de esas características, con los diferentes cambios de temperatura del viaje transoceánico… Todo esto hace que el resultado final adquiera, por decirlo de alguna manera, una crianza muy especial.
Otro detalle destacable de esta bebida es que en las botellas de este tipo de Aquavit, se refleja en su etiqueta, las fechas del viaje y el nombre del barco que lo ha transportado.
Comentaba Juan Carlos Sánchez Allende que el Aquavit se bebe principalmente como aperitivo en las comidas. Normalmente se toma frío y solo, sin mezclar, utilizando vasos tipo chupito y tomándolo de un solo trago. Otra forma de tomarlo sería como si de un whisky se tratase, bebiéndolo lentamente disfrutando del sabor y sus aromas. Su sabor es seco, y hay que decir que los Aquavit producidos en Noruega y Suecia son más dulces y especiados que los producidos en Finlandia, que suelen tener un sabor canela.
Tesoros submarinos. Vino que envejece en el fondo del mar
La uniformidad del medio marino, unida a la luz, humedad, temperatura y presión adecuadas, produce una evolución del vino, mucho más rápida que en tierra. Esto ha conllevado que, en los últimos años, varias empresas se hayan aventurado a envejecer vino bajo el mar en España. Cuanto más fuerte sea un vino, más tiempo debe estar en el fondo. Si este tiempo en tierra pueden ser seis meses, en el mar se puede rebajar a tres. Se ha comprobado que la evolución en el mar es más rápida. Los tintos se suavizan y los blancos van a mayor velocidad.
En el Cantábrico, en la Bahía de Plentzia (Vizcaya), se produce un vino diferente, que, tras pasar por barrica, termina el proceso de maduración con un año de atesoramiento submarino, a una profundidad de 20 metros. Se trata de una marca que usando el inglés trata de crear un producto con proyección internacional, gracias al valor añadido que tiene su especial maduración. Una botella de Crusoe Treasure tiene un precio de unos 180 €, pero la bodega ha establecido un proceso de compra anticipada que permite comprar el vino mientras esté madurando o incluso antes de que se sumerja bajo el agua del mar. Recomiendo la visualización de este vídeo:
En Canarias cualquier bodega puede alquilar un espacio en la estructura sumergida abonando una cuota mensual. Una grúa deposita el cesto con la carga en el mar y con unos globos llenos de aire se lleva a unos 200 metros de la orilla, hasta el lugar de destino. A partir de ahí se van deshinchando los globos y empieza el descenso hasta la instalación.
También los lucenses tendrán dentro de muy poco sus vinos bajo el mar, mediante una batea de Muros. Se tratará de un vino envejecido durante seis meses en una jaula submarina, que se creará bajo la idea de una bodega de la Ribeira Sacra, Pena das Donas, cuyas vides crecen a orillas del Sil. Este mismo mes tienen previsto sumergir en una batea mejillonera, a unos 15 metros de profundidad, 250 botellas de la bodega lucense: 200 de godello, 25 de un mencía joven y otras 25 de su mencía de barrica.
Destacar que ya en 2003, al viticultor y enólogo Raúl Pérez se le ocurrió meter vino en una batea en Galicia y probó a sumergirlo a distintas profundidades en una cueva de la isla de Arousa. Tuvo problemas a 23 metros de profundidad, ya que los pulpos se metían en los corchos, estos se salían (los corchos), o entraba agua en las botellas. Por ello decidió reducir la profundidad a 19 metros, creando el albariño Sketch, de edición limitada. Sus uvas proceden de cepas entre 60 y 80 años en la zona de Meaño, situadas al lado del mar, y cuenta Raúl, que cuando saca las botellas, se encuentran cubiertas de mejillones, lapas, berberechos, algas y demás fauna y flora marina.
¿Y por qué el nombre de Sketch? Pues porque se trata de un homenaje a un local londinense, mitad restaurante y mitad bar de copas, cuyos colores del establecimiento ambientaron la etiqueta del vino.
Para ir cerrando esta noticia me gustaría destacar, que ya hasta los cacos se apuntan al vino submarino. Hace unos meses se conoció que fue robado el vino que maduraba bajo el mar en la costa de Lastres, vino que, por otro lado, al no estar aún etiquetado, todavía carece de valor reconocido.
Y no podría finalizar esta noticia sin comentar la relación existente entre el vino y las botaduras de los buques. Ya que no siempre existió una madrina y una botella de champán (esto es ya más del Siglo XX), e inicialmente hubo padrinos y la botella era…………… ¡de vino! La primera constancia que existe de la utilización de una botella y de que ésta se rompiera sobre el casco de la embarcación en el momento de la botadura, es de 1797 durante la botadura del USS Constitution (una de las primeras fragatas de la US Navy). Durante aquel acto, el capitán James Sever agarró una botella de vino de madeira y la estrelló contra el bauprés.
Bibliografía
La Caída de Cristóbal Colón, Consuelo Varela, Isabel Aguirre. Marcial Pons Ediciones, 2006.
¡Hasta dentro de dos semanas! Os dejo unas fotos de la inauguración de la exposición Inspirados por el vino
Genial !!! me ha encantado.
He escuchado también el programa de radio
Graciñas
Un saludo
Muchas gracias a ti. Un saludo
Muy interesante Raúl. Saludos
Gracias Pedro. Un saludo
Muchas gracias Raúl.
Siempre interesantes y variados asuntos que, como ves, sigo disfrutando.
Un abrazo.
JMSP
Me alegro. Y pronto ya con mucho tiempo libre….
Magnifica exposición y entrañables las palabras de SANTIAGO VIVANCO que supieron explicar todo lo que el vino transmite y los milenios que, alrededor de este producto tan cotidiano y tan español, recogen la acertadísima expresión LA CULTURA DEL VINO y todo el ARTE que motiva.
También acertadísima la INICIATIVA del director de FEVINO D. Fernando Yáñez, que dio lugar a la exposición
Continuaré «degustando» la exposición hasta su clausura
Muchas gracias José Manuel. Un fuerte abrazo
Que interesantes todas estas anecdotas del vino!!
La inauguracion tuvo que ser estupenda.
Un abrazo!
C.
Enhorabuena amigo Carlos¡¡¡¡¡ Te llevas por fin la medalla de la semana! Un fuerte abrazo