Vapores, el incidente del comercio y el Hércules
Entrevista Cope + Galicia el lunes 18/03/19 a 1235h:
En el pasado, como navegar a remo exigía mucho esfuerzo, y la navegación a vela dependía de la existencia del viento, se empezó a investigar el diseño de un sistema mecánico para la propulsión de buques. Y así, sin poder indicar una fecha exacta, surgieron los barcos a vapor, entre los siglos XVII y XVIII, para navegar hasta el siglo XX. En 1902, la rivalidad entre dos de estos buques y sus navieras, en la travesía “Coruña-Ferrol” provocó que el “Hércules” embistiera al “Comercio”, destrozándole completamente la cámara. El episodio refleja la lucha que mantenían las navieras que cubrían esta línea de Coruña con la ciudad departamental.
Figura 1: Maqueta del Vapor Comercio en EXPONAV
PRIMER BARCO DE VAPOR:
Aunque no existe quorum respecto a quien fue el descubridor de los vapores, muchos asignan a John Fitch este mérito. Fitch en 1787 fabricó el primer prototipo en EEUU, haciéndolo navegar por el río Delaware. No obstante el desarrollo y la comercialización de estos barcos la llevó a cabo otro estadounidense llamado Robert Fulton, en 1800. Tras varios experimentos Fulton comercializó el primer barco de vapor a paletas, en 1807. Una pequeña nave de madera, llamada “Clermont”, en honor al punto de destino que tuvo la primera navegación del vapor. El diseño de este primer buque a vapor, estaba dotado de ruedas con paletas a ambos lados del casco. Fulton navegó 120 millas por el río Hudson, desde Nueva York hasta Albany, haciendo una parada en Clermont.
En Europa el primer vapor explotado comercialmente, también de forma fluvial, fue el “Comet” en 1912. Conectaba por el río Clyde, Glasgow con otras ciudades escocesas.
Estos barcos vapores de ruedas, fluviales, navegaron por ríos americanos, como el Mississippi, y se hicieron conocidos gracias a historias como la de Tom Sawyer o Huckleberry Fin. Hacia 1845, con la llegada de otros avances tecnológicos, como la hélice de vapor, inventada por Smith y Ericson, las ruedas de paletas empezaron a desaparecer; pero aun así existía un problema, el enorme consumo de carbón, lo que ocasionaba que el vapor obtenido tuviera mucho coste, ya que casi la totalidad de las bodegas del barco era destinada a almacenar carbón. De hecho el “Golden Age”, el primer paquebote que cruzó el Pacífico partiendo de Sydney, para llegar a Panamá, consumió en la travesía 2600 toneladas de carbón, haciendo provisión de carbón en Tahití a un precio mayor, por lo que el déficit de la travesía hizo que el buque no volviera a atravesar el Pacífico.
Finalmente la invención de las calderas tubulares permitió el empleo de vapor a alta presión, con reducción del uso del carbón; y en 1933 el ingeniero naval inglés “Isherwood” construyó un buque de bajo consumo de carbón. La marina mercante inglesa construyó los paquebotes Lusitania y Mauritania, de 31 000 toneladas, que alcanzaron una velocidad de 26 nudos.
Pero a pesar del alto grado de eficacia alcanzado con las máquinas de vapor, en 1912 en la construcción naval se desarrolló el motor de combustión interna, descubierto por el ingeniero “Diesel”. Inicialmente se ensayó este motor en embarcaciones pequeñas y en 1912 fue montado por primera vez en un barco grande, el mercante danés Selandia, y desde entonces muchas embarcaciones montaron este sistema.
LOS INVENTOS DE “BLASCO DE GARAY” EN 1539:
Blasco de Garay (con ciertas reservas, natural de Toledo), hidalgo cultivado en letras, pero con una gran inclinación a las ciencias, diseñó un invento con el que equipar a los buques de guerra de la Armada Imperial Española (naos y galeras) con una nueva propulsión. A pesar de los obstáculos que se encontró el proyecto, el Emperador, por cédula del 22 de marzo del año 1.539, aprobó los inventos de Garay, ordenando que se empezara a financiar su invento en los Astilleros del puerto de Málaga.
A posteriori, parece ser que Blasco de Garay hizo cinco demostraciones en Málaga sobre barcos con capacidad de hasta 250 toneles cargados de trigo. Posteriormente llevó a cabo una sexta exhibición en Barcelona, donde debían presenciarla Carlos V y el príncipe Felipe, pero al no asistir ambos por asuntos de guerra, quedaron como comisionados el gobernador Enrique de Toledo y Ayala, y el tesorero Pedro de Cardona, entre otros.
Figura 2: Invento de Garay
El éxito coronó estos primeros ensayos y todos celebraron lo pronto que viraba la nave y la gran ventaja que esto suponía sobre los buques de vela, tanto en maniobrabilidad, como en velocidad. Por ello parece que fue Blasco de Garay a quien primero se le ocurrió el obtener réditos de la fuerza expansiva del vapor, para utilizarla posteriormente en la navegación marítima. En cualquier caso debo destacar que ciertos escritores no aceptan la veracidad de estos hechos. Algunas fuentes indican que esta historia es una leyenda, que fue repetida en infinidad de ocasiones e impresa en libros, periódicos y revistas, pero que es no es verdadera. Piensan que no cabe duda de que Blasco de Garay tenía en mente el vapor como posible fuente de energía para mover su invento, pero creen que Garay no lo llevó a la práctica en el famoso experimento de Barcelona, o al menos en los términos aquí expresados.
En cualquier caso, lo que parece claro es que Blasco de Garay fue un ingeniero excepcional y que sus ideas se adelantaron a su tiempo, pero pudiera haber ocurrido que aquellas grandes palas que movieron el barco en Barcelona no hubieran sido propulsadas con vapor, sino con la fuerza de los brazos humanos a través de un complejo sistema mecánico. No obstante, en el Archivo de Simancas existen documentos que prueban que en aquel año Garay hizo funcionar un barco de ruedas cuatro veces más grande que el Clermont, aunque la Comisión oficial encargada de presenciar aquellas pruebas consideró que su invento era irrealizable en la práctica en aquella época.
Destacar al menos que el ingenio de Garay posteriormente tuvo su reconocimiento, ya que el “Blasco de Garay” fue un vapor de ruedas con casco de madera de la Armada Española, construido en astilleros ingleses en 1845. Según la historia recibió su nombre en honor a Blasco de Garay, marino e inventor español, que en 1543 diseñó una máquina para la propulsión naval.
EL INCIDENTE DE LOS VAPORES “COMERCIO” Y “HÉRCULES”:
El “Comercio” fue construido en 1863 en Liverpool, bajo el nombre de “Cecile”. En 1890 pasó a pabellón español, denominado “Correo de Cartagena” y en 1893 fue adquirido por la naviera “La Menorquina, Sociedad de Navegación a Vapor” que le dio su nombre final. Desplazaba 233 t y su eslora era de 60 m, pudiendo llegar a alcanzar 15 nudos.
Por su lado el “Hércules”, botado en 1879, para el armador “Nicasio Pérez y Cía”, desplazaba 183 t y tenía una eslora algo menor, de 47 m.
En 1902, al enfilar la bocana de la bahía, partiendo de Coruña en demanda del puerto de Ferrol, a la altura del castillo de San Antón, el Hércules viró de repente y abordó al Comercio. Este acto reflejaba la rivalidad que mantenían las dos navieras que cubrían la travesía de Coruña a Ferrol, ambas luchando por conseguir que la otra desapareciera.
Figura 3: El Vapor Comercio navegando por Ferrol
El “Hércules”, durante veinte años había monopolizado la ruta marítima en disputa. Durante dos décadas, realizó diariamente la travesía “Coruña-Ferrol”. Sus paletas sortearon cada día el fuerte oleaje de las corrientes producidas en la confluencia de tres rías (como dice el refrán: “O que pasou A Marola, pasou a mar toda”). En abril de 1900 el Hércules dejó de prestar servicio y fue sustituido por el vapor Ibarzábal, que perdió fuerza en la línea.
En ese momento un grupo de coruñeses y ferrolanos constituyeron la compañía de navegación “La Herculina Ferrolana”, y se hicieron con las riendas de dos vapores (primero, el Comercio; y después, el Marqués de Amboage) para lanzarse a la conquista de la rentable ruta. La nueva naviera captó inicialmente el tráfico entre A Coruña y Ferrol, en los primeros compases del siglo XX, aunque finalmente la apertura del ferrocarril Betanzos-Ferrol supuso un duro golpe para ella.
El «Comercio» ofertaba desde pasajes en tercera clase, a 50 céntimos, a billetes en camarotes a dos pesetas. Durante quince años los dos vapores de la Herculina Ferrolana dominaron la ruta marítima «A Coruña-Ferrol». Pero finalmente a la naviera la tumbó el tren Betanzos-Ferrol. El ferrocarril, inaugurado en 1913, ganó la batalla al mar. Una casa de Bilbao adquirió el Marqués de Amboage por 22.000 duros y otro armador vizcaíno ofrecía 16.000 duros por el Comercio (por el otro lado, el de la competencia, la cosa no fue mucho mejor, y su vapor fue liquidado por 10.000 duros).
Figura 4: Dibujo a plumilla del Hércules (Fuente: EXPONAV)
VAPOR “SANTA ISABEL”, EL TITANIC GALLEGO:
El naufragio del vapor “Santa Isabel” fue conocido como el “Titanic gallego”. El día 2 de enero de 1921, a la altura de la boca de la Ría de Arousa, a cien metros de la isla de Sálvora, se desató un fuerte temporal, provocando que inesperadamente este buque tocara con unos bajos rocosos. Este hecho provocó que el casco se partiera en dos partes, empezando a hundirse de proa. En aquel momento llevaba a bordo 268 personas, de las que murieron 213 personas. Al menos, y gracias a los habitantes del pueblo de Ribeira, 55 personas fueron rescatadas y sobrevivieron. Destacar que justo en el lugar donde tocó el barco ya se habían hundido con anterioridad varios vapores ingleses, el vapor Larache y el Crucero Cardenal Cisneros. En el Museo Municipal de Ribeira, se encuentra la campana del “Santa Isabel” y algunos otros objetos que recuerdan esta tragedia.
Figura 5: Maqueta del Vapor “Santa Isabel” en EXPONAV
¡Hasta dentro de dos semanas!
Hola, estoy interesada en contactar con usted por unos datos sobre el vapor hercules
INTERESANTE ARTICULO CON HISTORIETAS INCLUIDAS.DA GUSTO LEERTE AMIGO.
SALUDOS.
Gracias amigo. Saludos
Hola Raúl
Magnífico capítulo de la historia de la navegación con sabor español y aroma de mar gallego.
Un abrazo
Gracias José Manuel. Un abrazo
👏👏👏👍
Fantástica discripcion👏👏
Gracias José Manuel. Un abrazo
Buenas Tardes Raul:
Magnífica lección de historia sobre el vapor. Gracias y un abrazo.
Andrés
Gracias a ti Andrés. Buen fin de semana. Saludos
Siempre es un gusto leer estos artículos y aprender algo nuevo. Gracias Raúl.
Gracias Manuel. Un abrazo
Muchas gracias por tu siempre bien recibido artículo D. Raúl! Muy buen fin de semana
Gracias Anxo. Igualmente
Buenos días! gracias muy interesante!
Gracias. Saludos
Si parece que está en duda el uso de vapor en el invento de Blasco de Garay. Mas parecía una galera (propulsión a base de fuerza humana) que a base de vapor, no utilizado como fuente de movimiento útil hasta despues del invento de Wattt en 1767, 200 años mas tarde. En el enlace https://alpoma.net/tecob/?p=2448, explica las posibles casusas de esta confusión.
Gracias Juan Carlos. Lo transmito. Saludos
Gran articulo Raul tanto del origen de los barcos de vapor y su evolución como de los barcos de la ruta Coruña-Ferrol. Muy entretenido.
Gracias Gonzalo. Te llevas la medalla de la semana. Buen puente si lo tienes¡¡