¿Barcos o buques? ¿Es lo mismo un barco que un buque?
Esta semana, y para dar la bienvenida al verano, traigo una noticia, que como es de esperar, tendrá diferentes visiones según quienes sean los lectores. En cualquier caso, no se trata de encontrar una verdad única, sino de ver cómo varían los significados según la fuente que se consulte la pregunta ¿barcos o buques?
Aprovecho para deciros que este verano descanso (y vosotros también, por lo tanto), para navegar en búsqueda de nuevas noticias (algunas ya me las habéis propuesto), que poder transmitiros a partir de septiembre. Aquí tenéis la última noticia de la temporada:
Viendo las imágenes de todos los sellos anteriores, vemos que existen muchos tipos de buques o barcos, muchos de ellos que ya conocemos. ¿Pero existe alguna clasificación que los diferencie como barcos o buques?
Pues para llegar a esa conclusión habría que empezar con algo tan simple como definir lo que es un buque. Y de esa forma para la Real Academia Española de la Lengua, el buque es:
(Del fr. buc, casco).
- m. Barco con cubierta que, por su tamaño, solidez y fuerza, es adecuado para navegaciones o empresas marítimas de importancia.
- m. cabida (espacio para contener).
- m. Casco de la nave.
En otros diccionarios o documentación más especializada podemos encontrar otras definiciones del buque relacionadas con “Construcción flotante de madera, hierro u otro material impermeable que, impulsado y dirigido por un artificio adecuado, puede transportar con seguridad por el mar personas o cosas”, “Bien mueble, compuesto de diversos elementos físicos, tales como casco, maquinaria, cubiertas, bodegas, ancla, etc., Todo lo que constituye una unidad para la navegación en el mar abierto», “Vaso flotante simétrico en sentido longitudinal-vertical capaz de surcar las aguas”, “Barco con cubierta que por su tamaño, solidez y fuerza es apropiado para navegaciones o empresas marítimas de importancia”.
Si observamos con detenimiento esta última frase, se podría decir que cualquier buque es una embarcación o barco, pero que cualquier embarcación o barco no es necesariamente un buque.
Evidentemente, soy totalmente consciente de que después de esta afirmación, no transcurrirán más de cinco segundos antes de que emerjan las primeras opiniones discordantes ¿barcos o buques?
Y si adicionalmente quisiéramos definir el término “embarcación”, todavía nos encontraríamos con mayores dificultades, ya que, de acuerdo con algunas reglamentaciones técnicas, la característica que define al término embarcación, es el referente a una unidad de tamaño inferior a 24 metros de eslora.
Pero a pesar de este último comentario, las traducciones oficiales al castellano del Reglamento Internacional para Prevenir Abordajes (RIPA/COLREG) definen a los buques como toda clase de embarcaciones, incluidas las de sin desplazamiento y los hidroaviones, utilizadas o que puedan utilizarse, como medio de transporte sobre el agua. Es decir, “casi todo lo que se mueve por la mar”.
A la vista de esta última definición parece claro que de nuevo dudemos: ¿qué es un barco y qué es un buque?, ¿y una embarcación?
La siguiente definición propuesta por varios autores podría aclararlo:
Un barco o barca es cualquier construcción cóncava y fusiforme, de madera, metal u otro material, capaz de flotar en el agua y que se utiliza como medio de transporte. Barco, por consiguiente, es un término genérico con el que podemos referirnos tanto a una ligera canoa como a un imponente portaaviones. No obstante, siendo estrictos con esta definición, una balsa formada con maderos o troncos unidos, no se considera una embarcación (es una plataforma flotante). Aquellos barcos con una o varias cubiertas, cuyo tamaño, solidez o fuerza es el adecuado para actividades marítimas importantes, reciben el nombre de buques.
Y una vez llegados al punto en que pudiera estar más o menos claro el concepto en castellano de buque y su diferencia con el barco, podemos intentar realizar una clasificación de estos (porque es mejor no buscar las equivalencias con los términos ingleses de ship y vessel, ya que seguiríamos aumentando la controversia).
Cabe decir que establecer una clasificación de buques en la que, bajo un sólo parámetro englobemos a todos los buques y los diferenciemos de manera clara entre ellos, es una tarea muy complicada o prácticamente imposible.
En el dimensionamiento de los buques, el ingeniero naval ha de lograr que el empuje o el volumen de la obra viva sea, como mínimo, igual al peso muerto más el resto de los pesos inevitables para el buen funcionamiento del buque, y además que todo el volumen del buque permita ubicar toda la carga y los restantes servicios del buque. Este condicionante divide a los buques en dos tipos principales, Buques de Peso Muerto y Buques de Volumen. Los primeros son aquellos buques que, por transportar cargas muy densas o de bajo coeficiente de estiba, tienen como condicionamiento más restrictivo el peso muerto. Y los de volumen son aquellos buques que, por transportar cargas poco densas o de alto coeficiente de estiba, tienen como condicionamiento más exigente el volumen de bodegas o de tanques de carga. Pero aún con esta clasificación, pueden surgir dudas, como, por ejemplo, ¿en qué grupo ubicamos a los buques de guerra? Pues la contestación tampoco es tan sencilla, pues los habrá del primer grupo, pero también del segundo, como puede ser el LHD Juan Carlos I.
Por ello tal vez la solución ideal pasaría por establecer una serie de clasificaciones bajo distintos principios, como pudieran ser las zonas por las que navegan los barcos o el material con el que están construidos, pero bajo mi punto de vista, se podrían realizar dos clasificaciones principales, que serían las siguientes: clasificación por su principio físico y clasificación por su función.
Para finalizar deciros que todos aquellos que queráis conocer cuáles son esas clasificaciones, y queráis ver bonitas imágenes de los diferentes buques, podéis consultar un artículo que me han publicado en la Revista General de Marina de Mayo de este año titulado ¿Barco o buque? Tipologías de los mismos en el que me he inspirado para la noticia de esta semana.
El artículo se puede consultar en la web de publicaciones de Defensa y la Armada.
¡Hasta Septiembre, buen verano!