Fragata Santa María Magdalena de la Armada Española y la leyenda del pescador Almanegra
Entrevista sobre la Fragata Santa María Magdalena en Cope Galicia el viernes 24 de marzo de 2017
Cuando hace más de tres años comencé con este blog, una de mis primeras y breves entradas, que se perdió con un cambio del servidor, estaba relacionada con el pecio de la Fragata Santa María Magdalena. Comentaba en su día, en aquella entrada, que en Exponav se encuentra el pecio de ese buque, e hice una pequeña reseña de su historia. Por ello ahora vuelvo, para completar la citada historia.
La Fragata Santa María Magdalena, que fue construida en 1773 en los Astilleros de Esteiro (en Ferrol), tenía 41 m. d eslora, 10 m. de manga, montaba 38 cañones, y desplazaba 5oo tons, naufragó junto con el bergantín Palomo en 1810, en Covas, en la Ría de Viveiro (Lugo). Los dos buques formaban parte de la flota hispano-inglesa que tenía como misión defender la costa cantábrica contra los ataques de los franceses. Se trataba de años en los que se construyeron muchos buques en Ferrol.
La Fragata Santa María Magdalena fue un gran buque, que contaba con buenas cualidades marineras, entre ellas la velocidad, con las que estuvo prestando servicio en la Armada en aquella época. Y cuenta la historia que cuando los franceses invadieron Ferrol, en 1809, la fragata se encontraba allí fondeada, y el Ministro Mazarredo, parece que consiguió evitar que se izara en ella el pabellón francés.
Un año después, en 1810, se organizó una escuadra hispano-inglesa, la Expedición Cántabra, con intención de tomar Gijón en un ataque relámpago, con el objetivo de distraer al enemigo y después dirigirse a Santoña (Cantabria), el verdadero objetivo de la campaña. Santoña era un enclave estratégico de la costa cantábrica en aquella época. La expedición española, que estaba formada por 20 unidades mercantes, al mando de Antonio Renovales, y junto a ellas, la fragata Magdalena (buque insignia a cuyo mando se encontraba el CN Blas de Salcedo), y el bergantín Palomo. Más tarde, a la altura de Ribadeo, se incorporaron a la expedición la goleta Liniers, los cañoneros Corzo, Gorrión, Estrago y Sorpresa, junto a otras unidades británicas.
Una vez alcanzada la costa cántabra, la escuadra fondeó en aquella zona, pero debido a la llegada de un fuerte temporal del noroeste, se vio obligada a levar anclas ante los numerosos garreos, y la Magdalena y el Palomo se hicieron a la mar para capear el temporal, iniciando la que sería su muerte anunciada. La escuadra decidió reagruparse en la Ría de Viveiro, y mientras se procedía al reaprovisionamiento, ocurrió la tragedia. Aunque no se trata de un suceso muy conocido, en él se perdieron más de 550 vidas, ya que un temporal destrozó el casco de la Fragata Santa María Magdalena y esta no tardó en irse a pique. El “Palomo” también fue arrastrado por las olas hasta la playa de Sacido (Covas, Viveiro). El terrible suceso se desarrolló de la siguiente forma:
En la noche del 1 al 2 de noviembre de 1810 se levantó un fuerte temporal del NE., y la Magdalena acabó encallando en la Playa de Covas, donde el oleaje la deshizo sin piedad. El Palomo se estrelló contra los acantilados de Sacido, donde aguantó casi hasta el amanecer, momento en que se partió en dos.
La fragata intentó fondear mediante sus dos anclas (una de ellas quedó finalmente en un monumento de la playa), pero la fuerza del viento sobre las velas provocó el garreo. Y minutos después, cayó el palo mayor, arrastrando tras él la mayor parte de las velas. El barco quedó sin gobierno, y a la deriva. En un intento final desesperado, Salcedo cortó los palos para que el buque no fuera arrastrado por sus propias velas, aunque no consiguió evitar que se produjera una vía de agua al embestir contra la fragata inglesa Narcisus, quedando finalmente varada en los Castelos, cerca de la orilla.
Desde la playa, las personas del pueblo veían cómo se desarrollaba la tragedia y algunos pescadores, intentaron ayudar, pero todo esfuerzo fue inútil. En ese momento Salcedo ordenó que se abandonara el buque, y la tripulación intentó llegar nadando hasta la playa, ya que la distancia a la orilla era corta. Pero la resaca del mar no ayudaba, y sólo unos pocos pudieron alcanzar la orilla. Uno de los pocos que pudo alcanzar la orilla fue el guardiamarina Blas Salcedo Reguera, pero cuenta una parte de la historia, que al escuchar entre las voces pidiendo auxilio, la de su padre, el comandante Blas de Salcedo, se adentró de nuevo entre las olas, para encontrar su triste final.
A la mañana siguiente se pudo contemplar un cuadro de desolación terrible, con algunos tablones flotando, centenares de cadáveres y extenuados náufragos heridos y agotados por el esfuerzo. De los 508 tripulantes de la Magdalena, solo llegaron vivos a la playa ocho, pero cinco de ellos murieron a las pocas horas. La cifra de muertos se elevó a 480. La práctica totalidad de los muertos fueron arrastrados aquella noche, por la mar, a la playa de Covas.
Murieron también 70 hombres del Palomo, por lo que la cifra total de fallecidos (550) la convierten en una de las mayores tragedias marítimas ocurridas en la costa española. La gran cantidad de cadáveres existentes en la playa obligó a que algunos fueran enterrados en las dunas de la playa de Covas.
Existió un acaecimiento en aquella tragedia, que tuvo mucha repercusión, por el hecho de que apareció el cuerpo del capitán de navío Blas de Salcedo abrazado al de su hijo, lo que hizo que la Armada prohibiese el embarque de padres e hijos, o hermanos, en el mismo buque, mediante promulgación de las Cortes de Cádiz emitida por la real orden que desde aquel momento impediría que embarcaran en los buques de guerra padres e hijos, así como hermanos, en la misma dotación.
Esta orden, que parece que sigue vigente, pretende impedir que un marino tome decisiones erróneas basadas en la comprensible preocupación por la situación de sus familiares directos, hecho por otro lado no está certificado que ocurriera en el caso de la Magdalena. No está claro si ocurrió este problema, o si por el contrario el hijo murió al intentar salvar a su padre, como cuenta la otra versión de la historia.
Excepto para las gentes de la zona, y aunque parezca increíble, ambos naufragios cayeron en el olvido. Pero a principios del Siglo XX se descubrió el pecio de la fragata Magdalena y se recuperó uno de los cañones más pequeños. Con dicha pieza y un anclote, se levantó en 1934 un sencillo monumento a los náufragos de aquella desdichada noche, monumento que puede ser visitado en la actualidad.

Antón López Polo, conocido como Almanegra, fue un pescador de Viveiro que en el año 1951, mientras pescaba, encontró nuevas piezas y el casco de la fragata Magdalena. A continuación, fue a contarle su descubrimiento al Ayudante de Marina de la época, gracias a lo que un buzo enviado por la Armada consiguió extraer varias piezas de cañones y proyectiles, entre otros restos y enseres.
Posteriormente, a mediados de los años 70, comenzó el saqueo de los restos de la fragata, hasta que en 1976 la Armada tomó cartas en el asunto, y recuperó bastante material que puede ser visitado en el Museo Naval, y en el Museo de la Construcción Naval (Exponav), ambos en Ferrol y muy próximos. En el Museo Naval se pueden admirar balas, campanas, elementos de vida a bordo, artillería y munición, y un largo etcétera. La mayor parte de los cañones están expuestos en el Arsenal de Ferrol, pero se han llevado dos a Cantabria (Parque del Astillero y Museo de La Cavada), se expone un obús de a 24, modelo Rovira, en el Museo Provincial del Mar de Lugo (San Cibrao) y se han enviado varios cañones al Museo Naval de Madrid, donde se encuentra expuesto un pequeño obús de bronce de a 3 libras.
A pesar de los daños que sufrió el buque a partir del naufragio, el pecio de la Magdalena es uno de los más antiguos y espectaculares de España. La madera se conserva en buen estado, y resulta sorprendente, no sólo porque hayan transcurrido ya más de dos siglos desde su construcción, sino porque la fragata permaneció enterrada bajo el agua durante más de 165 años. El poder ver el costado de un buque, proa y popa, de guerra, a vela, y del Siglo XVIII, es algo impresionante. En Exponav se expone la roda, pieza que forma la proa, el codaste, que sirve de fundamento a la parte de la popa, y dos trozos de forro.
Réplica de La Magdalena en el Museo Naval (Fuente: www.elcorreogallego.es)
La leyenda del pescador
Dice una leyenda que, si se acude a Covas la noche de todos los Santos, fecha en que ocurrió el naufragio, por encima del umbral del sonido de las olas puede oírse el grito de:
Padre aguanta, voy a salvarte
y las gentes de mar de esa zona aseguran que algunas noches entre el 1 y 2 de noviembre, casi al alba, entre las olas puede llegar a aparecer un joven con el uniforme de catorce botones de los guardiamarinas, adentrándose en la mar en dirección a los Castelos, para intentar ayudar a un comandante que estaba intentando alcanzar la orilla.
Y parte de esta historia quedó reflejada en los romanceros de la época como es este:
Dime, bergantín Palomo,
¿dónde fue tu perdición?
En la ría de Vivero
al toque de la oración.
Di fragata Magdalena,
¿qué mal viento te dio el mar?
Todos los vientos son buenos
si Dios no da tempestad.
Para finalizar, y cambiando de tercio, destacar, que seguramente gracias, entre otras razones, al pecio de la Magdalena, el Consello de la Xunta de Galicia de 23 de febrero de 2017 acordó el reconocimiento, autorización y calificación como museo, del Museo da Construción Naval de Ferrol (Exponav), con un contenido monográfico relativo a la construcción naval, y de ámbito autonómico, considerándolo el principal recinto expositivo marítimo español dedicado a la historia de la construcción naval en España y en el mundo.
Desde la entrada en vigor de la primera Ley del Patrimonio Cultural de Galicia en el año 1995, hasta ahora, son 22 los museos y colecciones visitables reconocidos en Galicia (3 museos y 19 colecciones visitables). El Museo de la Construcción Naval es el primer museo de iniciativa privada que se reconoce ya que, tanto el Museo Massó como el Museo Pedagógico de Galicia, son museos de titularidad pública creados por la Xunta de Galicia en los años 2002 y 2005 respectivamente.
¡Hasta dentro de dos semanas!
Que interesante y triste historia. Acabo de ver de casualidad un documental que ya estaba bastante avanzado en tv y decidí profundizar en gooble. Me intenté trasladar en el tiempo para ponerme en la piel de esa pobre gente. Felicidades por no dejar caer en el olvido nuestro patrimonio. Gran trabajo.
Gracias Francisco.
Puedes ampliar aqui:
http://www.crtvg.es/tvg/a-carta/santa-maria-magdalena
Intervengo en ese documental
Buenas me gustaría que se pusieran en contacto conmigo porque poseo una partida de uno de los naufragios del barco María Magdalena y creo que les interesara….
Te escribo; gracias
Gracias Raúl por ilustrarnos con esta maravillosa historia.Un abrazo desde el Pardo.
Gracias Juan Carlos. Saludos
Gracias Raúl. Buena historia
Gracias a ti. Hasta la próxima
Interesante historia. Te estuvimos escuchando en la cadena Cope. Buen finde. Saludos
Si, está muy bien el poder escucharlo on-line fuera de Galicia. Saludos
Aunque escuché mil veces la historia, sigue poniéndome los pelos de punta
Ya. Sobre todo para los que sois de la zona. Saludos
Gracias Raúl. Como siempre perfecto. Un abrazo
Gracia a ti . Un abrazo
Muy interesante Raúl. Aunque una noticia muy triste…….
Ya sé Paz. Todo el mundo lo comenta. Saludos
Qué guay¡ La fragata de Covas¡¡¡
Sí Laura, la de Covas. saludos
Buenos días Raul. Enhorabuena por esa calificación ,Gracias a vuestro trabajo . Es un orgullo para esta Ciudad tan en declive,.Un fuerte abrazo
Gracias José Manuel . Un abrazo
Hola.
Que interesante historia y que triste a la vez.
Toda una tragedia ocurrió aquella noche de todos los Santos.
Enhorabuena por la posición que ocupa vuestro museo. La verdad es que es una joya en la construcción naval y en todo lo relacionado con la marina.
Saludos Raúl.
Gracias Saturnino. Ya veo que también escuchaste el audio. Saludos
Por supuesto, siempre los escucho.
Es todo un privilegio escuchar y leer tus historias.
Saludos Raúl.
Gracias. Así da gusto…..Saludos
Muy bueno, tengo que hacerte una visita en el museo,un saludo.
Cuando quieras. Te llevas la medalla de la semana. Un abrazo